Estúpido y sensual martes.

 El Regatear que no es lo mismo que el “perreo”, pero es para la misma clase de personas. Antes mi abuela se infartaba cuando le decía que era un cliente frecuente de los antros, ahora no quiero ver qué pasaría si una de mis primitas comentara que va a un “perreo”. 

Qué calidad moral se debe de tener, para permitir que a los compas de música misógina se arrimen el trique, simulando a dos perros aparearse. Vamos ellos lo hacen con gracia, el ser humano lo hace degradando a los perros y a su calidad de simios parlantes. 

Pero el tema es el regateo, la verdad me molesta de más que esta costumbre se dé en nuestra “avanzada” sociedad capitalista. Esta costumbre se da, por no querer ser estúpido y por tratar de verles la cara de estúpidos a los demás. Qué necesidad de querer pagar de más o querer pagar de menos. El precio tiene que ser justo y determinado, según me decían en mi clase de derecho.

El problema de estar acostumbrados a eso, es darles pie a los intermediarios, que siempre quieren sacar provecho por andar juntando el hambre con las ganas de comer. Y lo único que se logra es un aumento del valor de las cosas.  Cómo evitar esta mala costumbre, fácil determine cuánto desea pagar por un bien o un servicio y punto. No más no menos.

No es inteligente el que paga menos, o el que cobra de más, nada tiene que ver la inteligencia con ser ladrón o estafador, en fin. Hay les dejó esta idea esperando sean ustedes las personas que le dicen no al regatear el trabajo de los demás. 

Pocas voces se han alzado en contra de esta mala costumbre. No hace mucho leí un artículo en donde ponían a la venta una sala casi nueva, para que le publico ofertara. La única condición que pedía el vendedor es que por favor no hicieran ofertas ofensivas. Y sí, como hay personas que gustan ofender a los demás aprovechándose de las necesidad con tal de conseguir las cosas a un bajo costo.

Y hablando de bajos costos, se me hace una mala broma del destino, que la actual administración federal inició con el problema del costo de la tortilla y termine con el problema de los huevos. Sumándole la ola de sangre que será por lo que serán recordados. 

Supongo que no es todo culpa de los gobernantes, será que los gobernados estados más preocupados en regatearle a la marchanta, que vigilar el gobierno, dejar de darle recurso al crimen organizado entre otras chuladas que hacemos mal. 

En fin sea como sea tenga usted un estúpido y sensual martes.