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Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







jueves, 16 de agosto de 2012

Cuentas Pendientes.



El patrimonio sentimental, es uno de los recursos más complicado de administrar. Se invierte mucho tiempo y dinero en mantener relaciones interpersonales que no siempre terminan por ser una buena inversión. Somos animales muy sociables dependemos en sí de los demás como lo demás dependen de nosotros, por más que les suene romántico el papel del ermitaño es imposible llevarlo a buenos términos en esta gran obra de teatro que se llama la vida. 

 El ermitaño termina por perder la cabeza en la contemplación de su propia vida sin saber que la mera contemplación no hace cambios significativos en su existencia.

 Mejor no adentrarse en dar afecto pues seguramente no recibiremos la misma dosis que damos, Es una postura un tanto valida que llevaría a tener una vida tranquila pero aburrida de cojones. 

Así somos los humanos damos afecto siempre en espera de recibir algo parecido. Cuando no tenemos lo que buscamos entra nuestro querido Ego o la falta de autoestima para venir a darle sazón al caldo de las relaciones humanas y en la mayoría de los casos creamos en los demás el efecto cuentas pendientes por cobrar.

 Alguien tiene que pagar el sentimiento de rechazo que alguien genero en nosotros, somos animales que aprendemos por contemplación y repetición, si nuestros padres o tutores tenían una cuenta pendiente lo más seguro es que nos la endosen y seguiremos en el circulo vicioso de encontrar la quijada de burro para matar a nuestro semejante.

 Salir de este comportamiento requiere mucho blanquillos y dejar colgado en el perchero de la casa nuestro ego, trabajar la autoestima para tenerla a un nivel moderado.  Tampoco es bueno quererse mucho porque se pierde la empatía. Entregar todo el afecto que se pueda sin esperar nada a cambio, pero nada. Dar todo lo que se pueda sabiendo que el afecto es como los libros y los discos, no se prestan porque nunca regresan o nunca regresan igual, por lo tanto hay que regalar. Gastar la vida planeando venganzas es una buena manera de pasar el poco tiempo de vida a lo estúpido y a lo loco.  Olvida las afrentas pero olvídalas bien. Seguro en unos años aquello que te ofendió dejara de ser parte de tus recuerdos.

  Y por qué estoy dando recetas de vida. Si nunca me han gustado que me las den, en fin hay dejó las ideas usted tome lo que le pegue su digna gana.

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