ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







viernes, 17 de agosto de 2012

Es una ley no escrita


Es una ley no escrita, pero cierta. Cuando presumes algo o a alguien siempre quedas mal.

 Ayer en Felipelandia se celebró una pequeña tertulia para presumir el mural que adorna una de las paredes. Al igual que mi pequeña barra hecha de botellas de cerveza. Todo estaba bien y la plática fluida con un tsunami de Cervezas.

 El problema de recibir distinguidas visitas en mi casa, es que no tengo un lugar donde se puedan sentar, todo ahí está en construcción. Quién sabe en qué momento decidí ser desprendió de muebles, supongo que después de tanta mudanza que se convierten en calvarios, mi mismo decidió ser siempre un tipo ligero de equipaje. O tal vez sea un cierto tipo de rebeldía contra la sociedad pre juiciosa para demostrar que se necesitan bien pocas cosas para vivir dignamente. O puede ser que tenga por fin una conciencia ecológica donde todo lo puedes hacer a partir de los desechos de los demás. O que últimamente me hecho un pepenador rubio.  O que los solteros contemporáneos como yo solo necesitan una cama grande, una televisión grande, un pequeño refrigerador y estas hecho.

 Cualquiera que sea la justificación el hecho es que mis visitas siempre se tienen que improvisar una silla.
Yo me siento re orgulloso por llevar ya la altura de mi barra más o menos a las rodillas, la técnica de construcción es bien fácil. Tomas una chelita y cuando está terminada el embase de vidrio lo embarras con silicón y la pegas. Se repite el procedimiento hasta ver cómo se van apilando las botellas. 

Llevó dos semanas pegando embases y cada nivel construido era probado por mi peso, es decir caminaba encima de las botellas para comprobar que estaba como dicen los ñero bien maciza. Me sentía satisfecho por acomdarlas en el orden preciso, pero precisamente ayer cuando mis distinguidos invitados improvisaban su sillita. Preguntaron si se podrían sentar sobre mi barra. Y yo “claro miren”, lo que vieron fue como un sujeto bastante ridículo azotaba al suelo con el culo para arriba y la cara de susto. Gracias a la intervención de Baco mi culo de tarea de kínder (dos planas mal hechas) no sufrió avería alguna. Si no imagínense cómo explicar en el hospital que tienes unas tantas botellas clavadas en las sentaderas.  Y así fue como mi ego de constructor se fue al piso, ahora inicié otra vez a pegar botella tras botella, aprendiendo que hay que ser más precisos a la hora de usar una pistola de silicón y no ser nada presumido. 

El accidente de ayer me recordó otro presumido, un tipo que se fue al gabacho a comprarse su Kite, y claro no tenía una idea que era eso de estar sujeto a un papalote y los pies sujetos a una tabla,  de todas formas quiso probar su nuevo equipo  en la playa. Y ahí fue cuando el viento sopló y mi amigo fue a dar de la playa al baldío, del baldío a la carretera y de la carretera al hospital.   Explicándole al doctor de urgencias que le habían movido el mar. 

En fin querido lector a usted no le ha pasado unas de anécdotas en donde de se pretende ser un dandi y se termina siendo un chiste local.

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