ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







martes, 31 de enero de 2012

LA POLECIA.....¡QUE MIEDO¡.


Corría coqueto el año de 2002. Yo estaba saliendo con una princesita y podría darme el lujo de invitar unas copas en la Fuente, primera cantina de Guadalajara, de ahí se caminaba del brazo a un restaurant llamando la Medina de Fest. Un lugar de precio regular y novedoso. Daban tabaco de sabor y whiskey caro para los estándares. O mejor dicho ganaba mal para tomar como lo quería hacer. 

Fue una tristeza regresar a buscar aquellas bailarinas de vientres abultados y trapitos de colores moviéndose a los compas de una música encantadora de serpientes y encontrar en su lugar la catedral de los fanáticos del Metal. Mi Guadalajara cambió, los lugares que me gustan unos se conservan, otros pasan a ser estadísticas de los negocios que se van a la quiebra.  

Pero aquella noche, la Medina se portó bien. Unos tragos extras, cortesía de un mesero de esos gay, al cual le agradaba por el hecho de respetar como machito su preferencia sexual.

Los tragos hicieron que se subieran el tono de las palabras. Y en un acto de valentía suprema le propuse a mi princesita darnos unos besos de esos sin amor. Yo estaba recién salidito de una relación amorosa intensa y lo único que quería esa noche era una boca que besar. Ella quería enamorarme a besos y yo no habría de impedir que lo intentara. Un poco borracho y con la sangre en el punto de ebullición por la blusa de botones de la señorita, arranque el auto para llevarla a su casa. Lo que quería era solo un beso y un poco de tocamiento por encimita de la ropa. No siempre se debe de tener sexo para hacer una noche formidable.  Todo listo y cuando estaba fundido en su boca, tratando de quitar un botón, la luz jodona de una linterna. 

Llegaron dos patrullas por una delante y otra por atrás, se bajaron apuntando con sus armas cortas y largas, como si fuera un operativo anti secuestro. Maldita policía, maldita. Porqué joder a los calenturientos, que en la noche buscan caricias en lo obscurito. Qué no hay lugares donde asaltan, que no hay secuestrados que rescatar, que no hay narcotraficantes que perseguir. A no, hay que meter a la cárcel a los dueños de los besos que en las noches buscan su rinconcito para echar andar los motores del cortejo. En fin bajó el “comándate”, lo supuse que lo era por sus galardones metálicos y una cuerdita bastante ridícula. Me solicitaron de buena gana bajara el auto. Lo amable se reflejo con un “pendejo”. Yo estaba, no enojado con la Ley, estaba queriendo matarlos. Qué necesidad de interrumpir la quita del tercer botón.

 Para esas épocas tenía poca idea del derecho penal, pero lo que si sabía era que la suerte estaba de mi lado. No eran los ciento cincuenta pesos que me quedaban en la cartera, tampoco era mis grandes maestros penalistas. Lo que sabía que me haría ganar este caso contra los mandriles uniformados, era mi credencial para votar con fotografía.  

“Joven, ¿Sabia que lo es esta haciendo es un delito?.”

Pues ha de disculpar oficial, pero no es delito es un pequeño deleite.

“A, con que se me pone prepotente pinchi güerito”

No mi oficial, pero ¿Podría?de dejar de alúmbrame al pene.

“ Lo traías en la vía publica, eso es delito y voy a proceder.”

Pues proceda conforme a derecho, porqué mi miembro lo tengo tapadito. La verdad es que no me dieron tiempo de sacarlo a orear. Pero siempre lo cargo conmigo.

“Mira payasito, tu coche lo llevó al corralón, y le voy hablar a los papas de tu novia ¿cómo ves?”

Claro, supongo que el auto se lo llevan por ser materia del delito, y lo de hablar a los papas, lo veo un poco difícil o ¿Tiene usted el numero de los papas?.

“Identifícate”.

Pues identifícate tú, hay unos maleantes vestidos de policía.

“identifícate cabron, o te llevamos con el juez”

Y dígame oficial, me ha de llevar con el pipi paradito, para que vea el Juez que estaba haciendo un delito. O que prueba tiene.

“¡Póngale las esposas a este cabrón¡”

Ahí fue cuando, el otro mandril me exprimió mis espinillas contra el escudo de la Policía Municipal de Guadalajara, mis manitas esposas, los gritos de la princesa que nunca salió del automóvil. Le daban saborcito a lo noche.

 Y ya contra la patrulla, procedieron a quitarme la cartera para ver mi Credencial para votar con fotografía. La cara del comándate de ser morena y mal en cachada, por arte de magia se convirtió en blanca y compunjida.  

“Perdón jefe no sabía que usted era….”

Mire oficial, si usted dice algo a mi me regañan y a usted lo corren, por lo tanto quíteme las esposas y valla con Dios, que aquí no paso nada.

Por fortuna el jefe de jefes de la Policía Municipal en esta época en Guadalajara se llamaba Felipe de Jesús Gallo. Y claro con mi actuar prepotente, nuestro querido comandare pensó que era el hijo de su jefe. Me burle de la ley una vez más. Fui el hijo del papá.

Ahora la policía se dedica a buscar parejitas calenturientas, niños que pegan carteles buscando a sus perritos, y los maleantes bien gracias.

No sé, creo que pierdo chispa al escribir, mala racha de ideas pero aquí estamos intentándolo todos los días.

Saludos comandante y acuérdese que para desgraciado, desgraciado y medio.

lunes, 30 de enero de 2012

Letras, más letras. Burbujas de letras que se estallan en mi cabeza.




Ayer me leí y claro no me gustó nada lo que vi. Cuando te auto lees con ojo crítico es una experiencia muy desagradable. Es como chuparle los dedos a un mecánico. Todas mis fallas resaltan al ojo en rojo, cursivas con letra veinte Arial. Pero ahí estas justificando, tengo que cumplir mil horas escribiendo, tal vez un día pueda ser bueno en esto de escribir para gustar, y no gustar por escribir como niño tullido de un brazo. 

También vi mi estilo y bueno me he calcificado en los autores que escriben como señorita de catorce años con cólico profundo. Soy más cursi que los libros de vampiritos gay que tanto criticaba. 

Aun con todo y mis fallas de repente me siento escritor de los buenos y al calor de la borrachera ya doy mi punto de vista de letradito, como si me hubiese publicado la Play Boy a un lado de la conejita del mes. Arrogante de faltas de ortografía y poca redacción en eso me convierto al segundo mezcal. Solo hace falta leerme para desinflarme el “ego” de letradito. 

Falta mucho, pero la pinta de escritor ya la tengo puesta.  Además el apellido heredado por mi madre, suena mucho a escritor. Es korkowski y claro el “owski” suena a escritor de novelas suicidas polacas.

Pero qué poder tienen ahora escribir.  El día sábado fui atracado por una linda patrulla y a la hora que se bajaron los don Juanes de la ley, me preguntaron mi profesión y de la nada escupí que era un escritor de libros eróticos.   La cara de los uniformados no tenia precio, la libre bien y sin jugarle al Abogado. 

Otra de las cosas de presumir, es mi insistencia de sacar a muchos escritores de closet, aquellos que escriben bien y bonito. Pero lo hacen para ellos o ellas. Y lo dejan debajo de a la almohada. ¿Qué carajos es eso? Uno debe de escribir por gusto y publicar con obligación. El escribir deja la alama descubierta, te pones en las críticas que salen de las lenguas serpientes. ¿Y qué? De todos modos han de hablar bien o mal.

Yo por eso me hago un bailarín erótico y todos los días me subo al escenario a intentar un baile erótico, que me sale grotesco. Pero ahí estoy con el alma en cancinas tratando de comunicar mi sentir hacia los extraños y los amigos.  

Suelo disfrutar ser esta especia de escarabajo pelotero ermitaño en la que me he convertido, me da igual si me ven feo por ser una alama solitaria.

Cuando sales del nido materno y te vas a vivir a una ciudad nueva. Aprendes a llorar en la regadera, lloras soledad en privado. No puedes dejar que te vean melancólico, derrotado por sentirte en canicas en medio de un centro comercial. 

Quemar las naves es muy poético, pero hijo de la giguria es muy doloroso. Fallar no es una opción y no hay más que aprender a tolerarte.  

Uno se acostumbra a todo, menos a no comer. Aprender a vivir hundido en tus sentimientos lleva como resultado, que puedas pasar tiempo de calidad contigo. Una vez que puedes hacerle el amor a la soledad, sabes que no porque estés solo estas mal. La vida se hace clara, no importa que cambie como lo hace el clima, pero trato de sacar lo mejor que tengo como puedo. Así sea con las burbujas letras que se estallan todos los días en el papel.

 En fin, gracias por las visitas. Un abrazo y beso para ellas.

jueves, 26 de enero de 2012

Escribir para gustar o gustar por escribir.




Después de un recorrido por la gran ciudad, llegué del trabajo a aquella ex casona, en algún tiempo fue un palacete de un fifirifas acaudalado. Ahora no es más que un montón de ladrillos impregnados con un olor a humedad y madera vieja.  Pero tiene un bonito letrero a un costado de la entrada, el cuál dice “Escuela de escritores.” Mi corazón da un vuelco, por fin me voy a tomar enserio esto de escribir. Vamos a quitarnos lo bruto poco a poco. Puede que en esta escuela me ayuden con mi pequeño retraso mental y mi dislexia galopante. 

Preguntó por informes y me mandan por unas escaleras estrechas, el patio con las escaleritas asemeja un cuadro surrealista. Caminos sin sentido, supongo que así es la vida de los letrados. No hay un sentido lógico para querer ser escritor, o cineasta. Probar fortuna contando cuentos, historias y alguna que otra tontería, es una actividad para locos huerfanitos de compañía, que queremos que nos escuchen. Y tal vez robar un corazón en el otro lado del mundo. Al final se quiere eso, un poco de atención.

Solo quiero un curso de tan linda escuela. El curso de redacción, lo demás lo quiero aprender en las trincheras de la experiencia. Quiero seguir escribiendo por mis kiwis, hablar de las cosas de todos los días, de los pequeños dolores de la vida, de las incongruencias de la vida. Hacer reír porque para enseñar ya tenemos muchos letrados. Yo gusto por escribir y ahora quiero saber hacerlo. Por respeto al que me regala cinco minutos. 

 Mi primera clase de escritor, fue como la primera vez que una señorita se dejo besar. Duro poco, no sabía que pasaba, pero quería que pasara otra vez.  Un montón de personajes compartimos el salón de clases. Un Potter electrónico, un gordo con uñas pintadas de negro, un poeta en desgracia, una señora tratando de recuperar tiempo perdido. Una linda ladie apache de ojos azules, un dulce maricon que trabaja redactando escritos para una revista de novias y un auto denominado Sexy y Barrigón. 

El aire en la clase apestaba a angustia, todos querían demostrar quién era el macho o la hembra Alfa, decían palabras que yo no sabía de su existencia. Método utilizado, como lo hacen los perros cuando marcan su territorio. Lo bueno es que no fue con meados, sino con palabras rebuscadas, autores de nombres trabalenguas  y un poco de experiencia persona.

Los letrados tienen mucho ego y compiten entre ellos a ver quién la tiene más larga.  Y cómo yo no sé bien porqué carajos es “valla o vaya”. Pues vaya usted a saber lo bruto que me sentí. Pero que le hacemos. No seré letrado, seguiré siendo este tan de usted y nadie Sexy y Barrigón.

miércoles, 25 de enero de 2012

Los fan.




En mi vida me he topado con pocas celebridades o si me las topo jamás les prestó atención. No porque me sienta especial, sino porque ando caminado por la vida hundido en mis propios pensamientos, sin percatarme de lo sucede a mi entorno. Muchos se han enojado porque no saludo, una disculpa simplemente no los veo.

Un buen día me encontré a La Sabrina, una argentina que ha de salir en televisión, tiene unas pelotas del tamaño del mundo mundial y una boca retacada de silicona. Al ver esa mujer, uno deja de pensar en todo. He inocente te viene a la cabeza “que pelotas”, quién es, a si es la….. 

Ella se encontraba comprando un celular con su marido, novio, pareja, patita de perro, patita de polvorón o lo que sea y un niño en carriola. Claro está, también estaban con ella un montón de calenturientos tomándose la foto. Ella tenía cara de: “Por favor niño con acné deja hacer mis compras, llegando a tu casa prendes la tele me ves y te pones como loco en la comodidad de tu hogar”. Que incomodo ha de ser vivir de las revistas del corazón. Y que falta de ideas se tiene que tener para ser fan de cualquier cosa. Ahora que los fans a las cosas llenitas de silicona, los puedo llegar a entender.  

Pero hay fanáticos de todo. Y sin ánimos de juzgar. A quién engaño voy a juzgar, ósea que agárrense los calzones y tengan mucha paciencia. 

 Últimamente me he topado con fanáticos de los “derechos” de los animales. 

 Están de moda los fanáticos anti corridas de toros, pero estos fan a la hora de la comida, se comen sus finos cortes de vaca. Y las vaquitas que se comen, o con las que tapizan sus muebles nice, no creo que las maten a cosquillas, o no creo que esperen a que se mueran de viejas en los rastros municipales.
Yo no soy taurino, pero me lo paso bien en las corridas. Entre chelitas, botanas me lo paso atento. No al toro claro está. Mi atención está en las lindas señoritas que van a los toros. Cada quien ve lo que quiere ver.
Si el día de hoy, creara un evento en una red social. En donde invitaría al público en general a ver la ejecución de una rata de cola pelona, muy seguramente habría manifestaciones a favor y en contra. Pero eso si miles de ratas se mueren todos los días. Y nadie aboga por el “derecho de las ratas”. También son animalitos que ¿no?.

Créame amiguis de los animales, si la vaca, el tiburón, el tigre, el pollito o el perrito faldero pudieran, te comería en una parrilla en un domingo cualquiera.  Estoy seguro que si mis hijos no tienen que comer, con gusto mataría a pepe el toro y toda su familia. Buscaría que no sufriera tanto, pero al final es sufrimiento.
 Es mi punto y sé que me han de crucificar, hagan fila primero llegaron los fan de la religión Además supongo que los amiguis de los animalitos son personas muy sensibles y por lo mismo respetaran mis ideas, como quisieran ellos que se respetara el derecho de los animales. Sigo siendo animal como los toros, las vacas, las gallinas, los microbios. Pero yo si les platico. 

Los fanáticos religiosos. Vamos compadres Dios es Dios, si existe o no, no le perjudica ni le beneficia lo que tu pienses de él. Si quiere que te portes bien o no, si quiere que repitas formulas mágicas, si quiere que tengas unas ideas. Supongo que la ha de dar igual. Lo que si jode y mucho. Es andar matando personas en nombre de Dios, llegar a predicar al evangelio en domingo a las ocho de la mañana, discriminar porque no creen en lo mismo que tú crees. 

Al final es fe ¿no?. Es igual de valido creer en la biblia que en el Corán o en un trasnochado que se cree descendiente de ET.. Pero nadie puede pensar que tienes la verdad absoluta del conocimiento del Dios. Por lo tanto hay que respetar las creencias.

 Siempre y cuando no me hagan una guerra por cuestiones de Fe, por mi crean en lo que más les convenga. O no entiendo si yo hablo con Dios, soy religioso. Pero si Dios me habla soy esquizofrénico. 

Enserio no me lo tomen a mal, no tengo nada en contra de Dios. Solo contra algunos de sus clubs de fans.
Los fanáticos a un equipo de deporte, eso si se me hacen los más extraños. Viven angustiados si su equipo gana o pierde, que si contrataron al reata de reata. Que si uno gana más que el otro. Pero fuera de broma, el día que ustedes no tienen para pagar la renta o su chica los ha dejado. Su equipo ¿Se preocupa por ustedes?. No, pero ahí están sufriendo por unos completos extraños..

Supongo que rascando los problemas de los que somos fanáticos de alguna idea, se resume en el sentido de pertenencia.

 Vamos a pertenecer a los que respetan a los demás, respetan las cosas y los seres vivos. Pero que viven contentos con lo que se tiene.

Respeto a quien me respete, ósea que si tienen algún comentario hostil y no constructivo para mi persona o mis ideas, favor de mandarlo a mevalemadre@hotmail.com 

Hay les voy.

PD. Claro yo son fanático, de quien me haga reír. Quién me descorazona el corazón