La espalda me despertó, un dolor
agudo justo a la mitad de la espina dorsal. Si me dicen que tengo problemas de sonambulismo
y soy luchador en la noche, supongo que anoche no fue una buena noche de
lucha. Sin embargo soñé con zapatos, mis
zapatos, no encuentro un significado al sueño que no sea el estar cansado de
andar.
Pero a mitad de la noche, me
desperté al baño. Con veinticuatro horas que se tienen, al organismo le dan
ganas de vaciar los líquidos a las cuatro de la mañana y da pereza interrumpir
el sueño por atender necesidades fisiológicas. Pero hay que atenderlas porque
las consecuencias de no tomar a tiempo el llamado del cuerpo suelen terminar en
chiste de cantina.
Al poner un pie en el helado piso
un llorido de perra agudo. Mi pobre perra se había metido de contrabando a mi
cuarto, buscando refugio del frio mata indigentes que dio después de que el
cielo se cayó sobre esta ruidosa ciudad. No me quedó más remedio que invitarla
a dormir a los pies de mi cama. Al final estamos ella y yo compartiendo el
mismo piso. Supongo que también debe
tener un tipo de comodidad en sus días.
Las enfermedades mortales son
aquellas que no presentan síntomas, silenciosas van por nuestro sistema hasta
que explotan cambiando la manera por la que vamos por la vida. Últimamente he
presentado síntomas de melancolía, síntomas de hastió por que el martes me sabe a
miércoles. “every day is like the day before” dirían los ingleses. Y aunque veo
la luz al final del túnel, es humano desesperarte y tratar de engañarte para
sentir que el tiempo pasa más rápido, pero ahí sigue la lista de pendientes por
hacer. Tómalo tranquilo, tómalo con calma. No hay nada tan urgente ni tan
importante como para hacerte perder la sonrisa, al menos ahorita donde lo único
impórtate es hacer pipi como dictan los cánones de la madrugada. Tratar de atinarle y listó a seguir soñando
con zapatos.
Dónde quedaron las noches de
farra, a dónde se fue el Felipe divertido, quién es este sujeto que se releja
en el espejo, quien quiere ser formal y llevar la vida de profesionista. Al
final la corbata es un nudo en la garganta.
El estado de ánimo es crítico el
día de hoy. Espero tener más café para
levantar los pies del suelo y ponerme a volar.
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