ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







viernes, 29 de julio de 2011

Más amigo de gatas que de perros

He sido más amigo de gatas que de perros y podría asegurar con pruebas contundentes que dentro de mi humanidad hay una lesbiana arañándome las costillas en sus intentos por querer salir.

Salvo las mujeres, nadie sabe de mujeres. Supongo que ya lo he dicho un par veces, disculpe usted querido lector si suelo ser repetitivo y estúpido.

Alguna vez me preguntaron cuál era mi estrategia para besar a dos hermanas guapas. Pelé mis ojos de reptil, desconocía por completo mi fama de Don Juan hijo de puta, es decir galante, pero desgraciado.

Yo sé que no soy un galán popular ni un maldito como para estar buscando hacer daño. Yo simplemente me enamoraba y me desenamoraba fácil, en ese inter me partieron el corazón y también destroce un par de corazones. El mío sanó de maravilla lo que me indica que también el de ellas ha de haber sanado.

Ni tan santo, ni tan diablo, únicamente enamorado y otras veces motivado por las hormonas, he andado por los caminos del corazón como todo un pirujo reformado. De mi parte está el perdón dado y pedido, ¿qué más da? Al cabo, a ninguno de los afectados les importa más.

A cara o cruz han jugado conmigo, hay mujeres en mi vida que fueron fuego amigo, supieron que decirme para tenerme siempre pendiente y prendido. Y sin decir nada me dejaron tirado como un borracho sin amigos, dura poco la flama del amor atormentado.

Existieron otras tan crueles que me ataron a un pararrayos en medio de una tormenta, y cuando estaba con ellas, me hicieron sentir como un extranjero en mi propia ciudad y las esperé aunque no me gustara hacerlo. Olvidarme de mi cariño, es cosa complicada. Odiarlas también lo es.

Otras dicen que me quieren querer.

Unas me decían que querían con pasión, palabras muy bonitas dentro un mes de cartitas de amor, flores, cines y besos. Después, me botaban al olvido sin mediar más palabra que el famoso y terrible “no eres tu soy yo” o el “quiero conocer a más personas”.

También hay algunas que les decía que las quería y amaba en una noche con alcohol, después en la mañana entre sueño y mal humor las quería echar a la calle con la mentira “yo te hablo”.

A mi edad y con mi estilo, me importa ya poco lo que puedan decir de mí, total haga lo que haga, las personas seguirán hablando en el mejor de los casos. Y creo que ya me han tirado todas las palabritas que me dolieron alguna vez. Me han puesto lo cuernos en varias ocasiones. He sido tan victima como victimario de señoritas.



Ha pasado años desde que cause un ataque de pánico al corazón de una señorita, porque me enamoraba de otras en el pacifico. Que si me arrepiento nombre que va, si lo haría una y otra vez más, el cambio no fue bueno que por estas causas me haya quedado como el perro de las dos tortas. Pero ahora presumo que este perro sexy y barrigón se come otra torta en paz.

¿Para qué rencores? les pregunto a las víctimas del amor, con estos dichos acredito mi conciencia, y se me tranquiliza más, pues quien guarda rencor a un viejo amor, nunca amó y lo dolido es sólo el ego mal entendido.

Después viene la restriega del ex amor, después te enamoras en Paris, o tu ex novia anda con un tipo parecido a ti, o está casada o embarazada, cada quien sigue su destino es el final del teatro de las rompederas de corazón.

Porqué las mujeres buscan un amor de película si solo dura dos horas.

No hay víctimas ni culpables en esto de las relaciones, simplemente hay consecuencias, mis modos serán muy cuestionables, los motivos de mis acciones, créame no son para hacer el mal, pero eso no siempre basta en ocasiones, hay que hacer el mal para buscar tu bien y no debes explicar ni pedir explicaciones, hay que agradecer siempre el “no te quiero”.

Pero ya me he ampliado mucho, podría resumir las lecciones de amor de este galán hijo de puta que soy. En que yo no engaño ni alabo a las mujeres, no las menosprecio ni abuso de ellas.

Para mí una mujer es ella misma, tan absolutamente, original, independiente, libre, con capacidad de justificarse a sí misma. Exactamente igual a mí. No solo son mujeres, relegadas a un propósito que no sea el ser ellas mismas; son estrellas y pueden seguir su propio propósito de estar viva.

No solo son madres, ni solamente son putas para los hombres, dedicadas a satisfacer las necesidades de vida y de amor de los machos, siempre comparten su luz y libertad.

Para mí las mujeres son tan madres y putas para su propio beneficio y placer. “Siempre serán un misterio. Y que bien porque a como me gusta resolver misterios.











martes, 26 de julio de 2011

¿Estás loco?, estas bien.


Ante la falta de literatura en mis manos por no decir mi flojera de los lunes por la noche, me receté varias horas de la serie la Reina del Sur., ¿Qué historia? ¿Qué manera de sufrir del personaje principal?. El que ha escrito dicha novela ha de ser un alcohólico ruso, todo el tiempo es tragedia humana.

Al terminar la trágica vida de la Reina del Sur ya era de suficiente madrugada. Su servidor con complejo de búho en mi cama revolcándome de un lado al otro. La madrugada se puso a gritarme unas verdades que acompañaron el último trago de whiskey que sobrevivió del fin de semana. Que ahora me atrevo a plasmar en papel.

¡Estás loco¡ y eres consciente de eso. Sabes que estás mal, que eres único y brillas con luz propia es una buena manera de tener una introspección mi Sexy y Barrigón. Vamos que te has ahorrado un par de pesos en consulta para que te confirmen lo que tú ya sabes. No necesitas dosis de químicos para estar tranquilo, tampoco la sobrevaluadla paz de conciencia. Llevas prisa por tomar todas las malas decisiones antes de cumplir los treintaiuno, librando las trampas de sabotaje de tu mente. Has decidido vivir en tu infierno personal para demostrarte que el cielo está en obra negra y que si solo te has metido a nadar en aguas negras también solo puedes salir de ellas limpio.

Me falta de Litio en mi cerebro y la solución está a la vuelta de la esquina en una hoja de papel que termine adornada con la firma de un psiquiatra. Solo eso hace falta para adquirir de manera legal drogas servidas en forma de coctel, pildoritas mágicas que te atonten para dormir y empezar a tener un comportamiento normal en los estándares de las masas. Para dejar de matarte a tanto tabaco, para empezar ahorrar para un buen futuro, comprar pólizas de seguros de vida, tener una esposa, una casa y un perro. Después morir y a saber qué pasa con el alma cuando uno cuelga los zapatos, lo que sí que pasa es que todo eso de la casa, el ahorro y el perro se quedan aquí. ¿Vale la pena gastarse la vida para poder comprar cosas?. Que desgraciado cliché acabo de escribir un disculpa he de pedir.

Si consumiera píldoras para curar mis ideas, dejaría de ser yo, para convertirme en una persona cuerda y normal, con eso dejaría de disfrutar del éxtasis de descubrir quién soy. Jamás lo he hacer prefiero morirme por las consecuencias de mis decisiones. Tenerle miedo al sufrir es dejar de vivir para hacerte un cadáver andante.

Las personas comunes no están hechas para ser autocríticos, porque nos guste o no, no tienen conciencia individual, se les educa para responder en automático. Lo que ocasiona un caldo de cultivo para el fanatismo donde habrá siempre policías del pensamiento y de lo políticamente correcto. Comida chatarra para los titiriteros que manejan el mundo con la reformada ley de la oferta y demanda. Ahora nos crean necesidades que hay que satisfacer con dinero que no tenemos, es bueno estar loco para no ser economíceme factible para la industria de los normales.

 Lo absurdo es que toda la economía mundial está sustentada en nada. No es oro, no es petróleo es la sensación de poseer cosas lo que dicta quién vive o quien se muere de hambre, ahí están en museos empolvados las riquezas de los faraones. No les ha servido para pagar su pase cómodo al más allá. Y sin embargo siguen repitiendo la receta de vida que sirve para llenar la tumba y nada más. Yo estaré loco pero nunca estúpido.

El un día a la vez, me lo he tomando muy enserio. Dinero tan necesario y tan superfluo. El dinero no es el poder, el poder es el convencimiento, son las ideas y para desgracia de la humanidad la idea que ha prevalecido en toda la historia es la idea de poseer lo tangible, vendiendo sueños a futuro que cuando llega esperas sentirte diferente más pleno más feliz, pero gran decepción te sientes igual que como comenzantes a vivir solo que más cansado y más “sabio”. El futuro se tarda mucho en llegar y luego nos quejamos de que llego demasiado rápido

Protesto con todos los dientes contra los machistas, los feministas, los homosexuales, los heterosexuales, el capitalismo, el comunismo, el fascismo, el racismo. En Fin a todo aquello que te me ponga una etiqueta como si fuera un producto en venta del supermercado.

Que se aparte de nosotros cualquier clase de fanatismo, así como la policía del pensamiento y de todo lo políticamente correcto. En vez de esto tengamos la ley de buen humor, la capacidad de reírnos durante mucho tiempo y sin moderación, sobre todo de reírnos de nosotros mismos, estar intoxicados del gozo de vivir. Sin la alegría de estar vivos la libertad se va desmoronando como un tempano en esta época de calentamiento mundial.

Mientras esto pasa hay quienes tenemos que encontrar nuestra propia trayectoria y por lo tanto, hasta cierto punto trazar nuestros propios mapas y las normas de los locos sirven de base solida para vivir bien la vida.
Por favor manténganse locos.


miércoles, 20 de julio de 2011

Solo necesito saber quién soy.

Aterrado en el escritorio, con todos los dardos de la duda clavos en mi hipotálamo, me encontré en la mañana de este miércoles. Un café preparado según la receta “de calcetín” insípido y nada motivador adornada mi escritorio de metal disfrazado de madera. Al menos tiene algo de cafeína es mi consuelo.

Hoy si mi economía se lució me permitió un desayuno bastante internacional, mi pato al Orange (Gansito marínela con una Fanta), acompañado de tabaco que al día de hoy me he enterado que contienen Cadmio, que es un metal utilizado en baterías y acumuladores según me advierte la quería Secretaria de salud. ¡Carajo¡ ahora entiendo la energía que me cargo desde que tengo el mal hábito de fumar. Y respecto a mis malos hábitos alimenticios puedo deducir que no sé cuándo la madre naturaleza me cobre la factura por mi mala alimentación. ¿Será?. Que ya estoy muerto pero soy tan terco que creo que sigo vivo.

Dejé abandonado el arte de escribir por la razón de querer escribir mejor. Y me quede paralizado entre las ganas de ser y estar. Estaba recordando hoy lo que ayer quería olvidar.

Hacer una novela capta mi atención desde que el Miller me mal aconsejó con mandar todo al carajo para dedicarme a escribir. Es peligroso leer Trópico de Capricornio cuando te ves más o menos reflejado en el autor.

Estaba en el gran dilema de la puta vida, ¿Qué quiero que sea de mí?. Todas las razones del mundo para perseguir los sueños que una noche loca de whiskys recomienda hacer y las dudas existenciales estaban terminando con la humanidad que me queda. Un mail llegó para lanzarme un cable a la cordura, a la sensatez. En el contenía una invitación a defender a una señorita de las garras del poder judicial y de la queridísima Secretaria de Hacienda. Hace varios años yo metía a las personas que se robaban los impuestos y ahora los tenía que defender. ¿No es una chulada ser abogado?. Un día los metes a prisión y al otro día las sacas de la cárcel y así fue como decidí aceptar el caso antes de perder mi cordura.

Llegamos al juzgado, lo supe por la sensación en mi estomago la que es muy parecida a aquella que sientes cuando el carro de la montaña rusa baja en estampida. Enciendo un cigarro el número seis de la mañana, con todas las ganas de entrar a conquistar la justicia pongo los pies sobre aquella catedral de la justicia federal disfrazado de pingüino. Esperó a la clienta, repasó, mis líneas, me acuerdó de los dientes amarillos del maestro de la universidad que me enseñó el a,b,c de las declaración preparatorias. Me siento seguro estoy en el papel de abogado serio y formal.

Llegó lo que el Ministerio Público acusó de ser una gran criminal, una señorita de 50 años de poco pelo y largo. Su camisa dejó ver lo que en un pasado fue un paraíso, un cuerpo bastante voluptuoso, que ahora por más maquillaje y ejercicio que haga nunca serán suficientes para parar el paso del tiempo por su cuerpo humano. “toda va a salir bien mi amor”, le dice su marido.

Me presentó balbuceando dos que tres palabras de confort para mí clienta, “En la cárcel solo están los pobres y los pendejos, usted no es ni pobre ni pendeja, además tiene muy buen abogado que en este caso soy yo”. En sus ojos hay miedo. Pero parte importante de ser abogado es tranquilizar al cliente, eres su escudo entre la vida en prisión y su monotonía de vida.

Te presentas con el secretario del juzgado. Tipo de mi edad con un bigote un tanto más ridículo que el mío, llevas a la inculpada bajo los efectos de la suspensión y de la adrenalina a iniciar su historia judicial. Allegas en el juzgado de la causa el papelito con una historia que grita “soy inocente, soy inocente” grito maquillado con jurisprudencias, artículos emanados de la constitución, juicios de valor, afirmaciones, retos y todas las cosas que sabes por saberlas. Palabras mágicas que abren las puertas al argot jurídico.

Ves con desprecio a la abogada que representa el Ministerio Público. Que mantiene una cara de me vale madre este asunto, así como todos los demás que pasan en este juzgado, se me ha escapado la vida en este trabajo.

La diligencia pasa en un tiempo formal y lento. Te aburres de estar al pendiente de lo que se escribe, de lo que se pregunta, del miedo que tiene la clienta y ves de reojo a un interno del penal encargado de dar limpieza a la barandilla de acusados, esa venta que existe entre el juzgado y el infierno que ha de ser vivir en prisión, que solo sirve para provocar pánico a tu cliente pues es un pasaje entre el presente y el macabro futuro que te puedes tener si tu abogado falla en la defensa. El interno se siente observado he inmediatamente se esconde en su infierno, supongo que por vergüenza a nadie le ha de gustar que lo vean sufriendo.

Terminada la faena de la diligencia y hay que hablar con la jueza para agotar el famoso recurso de alegatos de oídas, mismo que no se estipuló en la ley pero que la mayoría de los abogados hacemos para tener un contacto con la persona que ha de dictar la suerte de nuestros clientes y de pasó de nuestra economía.

La jueza es una mujer de 40 años, en su despacho hay un ejército celestial, angelitos que denotan una ignorancia de la dueña del juzgado en la materia de la decoración de interiores, las demás materias de derecho las sabe de todas todas. Entre serafines de porcelana y arcángeles semidesnudos de fibra de vibra, trabaja la señora o señorita juez.

No hay un solo retrato familiar en su despacho, lo que puede suponer que:

O es felizmente soltera;

O tiene las precauciones de no poner nada que lleve a tus visitantes a saber por dónde pueden hacerte daño.

Yo por eso en mi lugar de trabajo solo dejo visible un libro con algún tema que denote que me gusta destruir.

Pero ¿porqué ángeles? estos seres místicos medio mensajeros, medio a favor de nosotros, medio de nuestra propiedad, medio acusadores. En contacto con Dios y la porquería que es el ser humano, la jueza se encuentra atrapaba entre lo que le gusta hacer y de vez en vez le gusta dictar justicia de acuerdo a sus principios. Ahí gasta los días de su vida.

El fervor a los ángeles denotaba que la jueza es cursi y tiene la pata flaca en la espiritualidad, cree en lo supremo en la justicia divina. Y es por ahí que podría ganar mi caso, tendré que abocarme a despertar en la jueza el sentido de justicia divina.

Todo esto lo analizó en cuestión de minutos. El lugar donde trabajas, tu cara, hasta el acento de las palabras dicen mucho cuando tú no has dicho nada, que la jueza me perdone pero analizar es mi especialidad.

Entes del “¿Qué tal?, la jueza me dice con su cara “te voy a dar el auto de formal prisión ahórrate tiempo y no me jodas”. Argumentó conforme a derecho, ella me responde un póngase a estudiar la Ley de Sociedades Mercantiles. Mi asunto estaba condenado a ser uno más para la Jueza, un caso de estricto derecho, el artículo de dicha ley dice que si eres administrador de un empresa y hay fraude al fisco tú pagas con cárcel. Fin de la historia. ¿Es justo? para nada, es solo un remedio más de nuestro sistema de hacer leyes huevon a mi punto de vista. Ella lo sabe, su sentido de justicia divina se lo dicta. Pero no cambiaría la historia por mí aunque tuviese los argumentos de Lic. Burgoa o lo conectes politicos del jefe Diego, pues en el mundo de ser juez, conforme pasa el tiempo pierdes sensibilidad un asunto más uno menos. Un narcotráfico, un homicidio, una violación con el tiempo se convierten en papel con un número de caso, el expediente 34/2001 es solo una estadística más que hay que resolver antes de dormir.

Lo sé bien por mi tiempo de litigante presidido de mi temporada de pasahambres, si te haces buen abogado te hacen inmune al dolor humano, podría compararlo con el carnicero su primer tajo de carne le ha de habar dado el asco, para el corte cinco mil no se inmuta con la sangre y los tendones cortados.

No podía venderle lastima al sistema de justicia, diciendo “mire licencia lo que pasó es que mi clienta se enamoró de un hijo de puta que le daba dinero de vez en vez, y a cambio ella tenía que hacerla de administradora única de una sociedad, simplemente firmar un papel y listó. Si ella tiene estudios hasta secundaria que posibilidad tenemos que tenga los conocimientos suficientes para llevar una estafa al fisco por una cantidad millonaria, para eso hay que saber por lo menos contabilidad y ella lo que sabe es hacerle el amor a su hombre en turno y recibir seguridad. Todo el poco dinero que tenia se lo ha gastado en un salón de belleza, el que tiene el dinero robado del gobierno es una persona que no figura en los papeles de este juicio y ahora está en las islas caimán brindo con bebidas con muchas sombrillitas.”. No se puede ganar los juicios así, la verdad nunca será la verdad legal. Así es el mundo del derecho donde la lastima no es un argumento jurídico procedente.

La experiencia que tengo me llevó a dar un discurso claro y amplio sobre la injusticia de la justicia, comenté que había renunciado a meter a inocentes a la cárcel, pues el único delito que comenten es ser imbéciles y confiados. Una secretaria que firma declaraciones de impuestos sin saber lo que firma, un jardinero, una señorita que hacia el aseo en casa de ricos. Etc, etc .Todos casos fáciles para ganar por parte del gobierno, todos con el famoso y temeroso abogado de oficio, todos culpables de su estupidez y su pobreza.

Y yo ahí cumpliendo mi trabajo siendo un ciego que ve sin ver, pues lo único que te permiten ver es lo que las pruebas dictan, la razón dice que no puede ser posible, pero la razón queda fuera de los expedientes judiciales. No es lo que sabes o sientes es lo que puedes probar y si un artículo en ley hecho por un diputado borracho o mal follado me da el sustento de meter a una persona a prisión sin mayor investigación, pues vale lo hacemos antes de las noticias de las doce y la conciencia tranquila para caer en los brazos de Morfeo.

Después de ese tema aborde la obligación que tiene el ministerio Público de investigar el delito, la falta de pruebas contundentes en el expediente, y todos los demonios del sistema que conozco  del cabo al rabo. He dormido con lobos y ahora sé como cazarlos. Fue el resumen de mi plática.

La mira de la juez de clava en mis ojos, me preguntó sobre mi pasado laboral, conteste con honestidad brutal, ella reconoce en mi a un ex procurador fiscal federal, sonríe con muchas ganas de sonreír, asiste con la mirada y la cabeza que tengo la razón, me felicita por ser un abogado que sabe lo que dice y como decirlo, sin decir ella una sola palabra. Ahora no es un caso más para ella, ahora es el caso de rubio bigotón que un día también acusó lo que ahora defiende.

Dos años sin el polvo de los juzgados en mis zapatos y aún mantengo la capacidad de enamorar a la justicia.

Espero la respuesta del Poder Judicial para el vieres y no sé el resultado. En mi cabeza hay una voz que me felicita lo buen abogado que soy, creo que es vanidad o falso ego. Me vale dos pitos lo que sea, me vele si lo resuelvo en tiempo record, lo que me gustó es sentirme útil respirado los olores dulces he infernales del poder judicial.

Los dilemas existenciales han de regresar todo el tiempo a joder con el ¿Qué quiero que sea de mi?, pero mientras tanto yo los recibo con vengan siempre habra cafe de calsentin que mitigue los efectos de estar vivo.
No sé si tengas derecho o no, pero yo mataría por hacerlo valer. Por eso de vez en cuando soy muy buen abogado y un pésimo escritor.

Se despide el tan aún de usted y de nadie sexy y barrigón con corbatita.

viernes, 1 de julio de 2011

Los tigres serán sueltos.

La mañana me levanta con el ruido de las gotas golpeando mi venta, inmediatamente se escucha la televisión que uso entre otras cosas como despertador, analizo los daños ocasionados por la mala copa de Pedro Antonio, en que estúpido momento se puso tan estúpido de vino. Una ventana rota, un cenicero retacado de colillas retorcidas y un letrero en la pared que anuncia el dilema existencial de nuestra generación “¿Qué será de mi? Sálvese quien pueda, podría haber agregado a la frase del buen amigo Pedro Antonio.



La pobre casa de la risa pagó los platos ratos de la crisis inmediata de dos borrachos en peligro de extinción, luchado cada día por matar el aburrimiento, el tedio de la vida cotidiana, el sabor que tiene lo cierto. Buscando despertar con cada sobro de Whiskey al poeta que llevamos dentro, al artista, al estrella de rock , al que sé yo. Buscando darles los motivos a la vena artistas para que salga a la luz, para decláranos ganadores de guerra diaria entre el quiero contra el puedo. Entrados los 30 o a punto de llegar a ellos. La vida te llega de golpe, te llega toda la vida y buscas matarte poco a poco.



Risas de una noche divertida que termino justo cuando el amigo que estaba poseo por el espíritu de Siqueiros con un empujón desmedido me lanzó hacia la ventana, la atravesé con todo y cristales. Ni un solo rasguño, no hay heridas en mi humanidad y la venta hecha añicos. Solo lo había visto en películas policiacas o de superhéroes. Ahora fui yo el avispón verde que atravesó una venta y salí ileso. ¡No que muy muy Batman¡



El amigo Pedro Antonio se rindió, paró en seco sus ganas de pintar paredes, de tomar. Pudo haberme matado, puedo haber ocasionado que ahora tuviese una cicatriz en el rostro hasta hubiese sido un favor. No paso a más que una venta rota y una pared pintada. Hay ocasiones que no son suficientes las paredes que pintar con ideas y amigos que arrogar por las ventanas para. Me supongo que fue lo último que pensó cuando se retiró a darle consistencia al vomito con los tacos de perro al pastor.



El destino nos alcanza, ¿destino? cuál destino yo me muero en el ahora, ayer pude haber salido por la ventana a visitar a San Pedro y se pospuesto el viaje aun tengo muchas cosas que hacer en el mundo de los vivos.



Entre a lo que fue el cuarto de Peña, el Peña hace meses que no se le ve. El cuerpo de Peña anda por ahí escribe que escribe, desnudando a su mujer, con muchas noches sin dormir a culpa de las novelas y las revistas. Navegando en un mar de papeles, unos legales para su viaje a los Yorks y otros papelitos de hombre de familia y su pequeña Mac brindándole la luz verde para seguir correteando la chuleta por ahora, mañana con suerte algún premio de prestigio para los prestigiosos de las letras. Analizó las cosas que dejo atrás escombros de vida pasada, la misma que llevo en el principado da hermosa tacubella, veo sus mascaras de madera de tigres o jaguares y no puedo evitar imaginar que me gritan, que quieren estar sueltos en mi cuarto.



Me los he de robar.



Compadres gracias por el tiempo gastado, las ventas rotas, las buenas platicas, la compañía y las cosas cursis de la amistad.