La
muerte, toca a mi puerta con mayor insistencia. De pronóstico reservado es mi
salud. Que si los huesos, que si el hígado, que si los pulmones, que si la diabetes….
No le hagan tanto al cuento, son la cantidad de años que tengo. Pero todavía necesito
quedarme un ratito más, porque el Ñero quiere hacerme recordar todas aquellas
cosas que viví junto al rio que aun serpentea por mi pueblo natal.
Mi
vieja dice que no ve a mi nuevo amigo. Y no lo ve porque es un duende. Un tanto
narizón y chaparrito con zapatos de punta, adornados con un cascabel al final.
Tiene los ojos rojos y orejas peludas. Creó que es producto de tanta mendiga
pastilla que me recetan. Si, sé que pronto estaré investigando si el cielo es
tan lindo como dice el curita que es. Espero que me abra San Pedro y me invite
a un baile con señoritas para bailar con unos tequilitas de más. Si no hay eso
creo que no será el cielo. Pero la muerte no es tan fea como me la imaginaba. Ya
es hora de colgar estos cueros. Me di cuenta que estaba mal cuando confundí las
tortillas con las servilletas y las sopeaba para comérmelas tranquilo, mientras
mi linda esposa se reía de mi demencia senil. Al menos la voy a dejar como la conocí,
riéndose de mis tonterías.
La
otra vez estaba acordándome con el Ñero de cuando me fui a chacotear el rio,
con mi esposa. Lo malo es que ella no se acuerda. Se me molestó bastante porque
su respuesta fue “Hay Miguel Angel..... Estas de plano senil... yo nunca
fui contigo al rio". Mendigo Ñero me está recordado historias con
diferentes personajes, si no fue mi señora aquella señorita que se baño
conmigo, seguro me hubiera gustado que hubiera sido ella. Ella siempre fue así
como que muy casta y yo siempre trate de quitárselo. Ahora soy abuelo de un puñado
de chiquillos popociados y ella es buena abuela. Mi vida fue linda, ¿Verdad que si Ñero?.
Chingada madre ya sé estoy medio bruto, ya
estoy viejo. Como se ríe mi amigo el Ñero, de aquella vez que me corrieron de
monaguillo, porqué en la mañana me meaba en la pila del agua bendita y me
descubrieron porqué una señora le agradeció al padre por poner agua calientita
en la mañana.. Uno de chamaco era despierto y travieso.
Hay vieja si vieras al Ñero, te diría
lo mucho que me gustabas desde que te vi. Así re chula como las flores de esas
que se dan en la montaña. Ahora que te veo arrugadita por el tiempo, te me
haces más linda que cuando te lleve serenata. Aunque no te acuerdas, el Ñero
dice que fue en tu casa, tú dices que esa serenata se la llevé a tu prima. Pero
juro que era para ti.
Ya no sé ni que está pasando, el
respirar me cuesta.. Mis hijos y nietos están al redor de mi cama, mi vieja con
rosario en mano me despide que un te quiero..Ñero vamos para el otro lado que
los vivos se están poniendo bien cursis.
Un relató de un viejo, que no
conocí pero su historia junto con su amigo el Ñero merecen ser contadas al
menos en un blog…
Mariana Gómez Díaz Me hiciste llorar, q bonito esta este relatito...
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