Me veía desde unos lentes
obscuros y así veía a los demás. No sabía cómo las cosas pasaban en mi vida,
solo sabía que estaba atrapado en mi propia piel. Tratando ser todo, menos ser
yo: Confundido por el sentir y el querer ser, al final no valió tanto la pena.
Por más que trataba de salir de los pensamientos basura, estaba repleto de
miedos e inseguridades.
Desde pequeño me enseñaron a ser culpable. Por mi culpa y de los otros
pecadores clavaron a Jesús. Menuda manera de ver la vida. Si fuimos creados a su
imagen y semejanza, seguramente sabia la fichita que éramos, para qué nos ponen
en pelotas en un lugar donde no se tenía que hacer gran cosa que no fuera verle
los pechos a tu mujer. Por supuesto que nos comeríamos la manzana y la pera.
Bueno nos hubiéramos comido una roca prohibida, si la sexy Eva se lo hubiera
propuesto.
También me comentaron que Dios
quería a los pobres, ahí se me confundió más el termino del “querer” divino,
porqué si Dios quiere a los pobres y tienen esa vida. Imagínate si los odiara.
Un día una persona sabia me comentó que no podría entender a Dios porque yo soy
inferior, y porqué no es a la inversa, si soy tan inferior porqué le importa
mucho a Dios lo que haga o deje de hacer, acaso yo me preocupo por el
sufrimiento de las hormigas. No, ellas son perfectas siendo como son y no le
rinden tributo al ser humano.
Los que hablan en nombre de Dios,
se me hacen unos esquizofrénicos o mentirosos, porqué Dios no me habla a mí.
Porqué siempre lo hace en lo obscurito o en sueños, porqué dictan normas
morales tendientes a impedir el libre pensamiento.
El amor del padrecito conmigo fue
tan grande, que hasta me besaba y me pedía hacer cosas tendientes a ofrecerle
satisfacción mundana, después el silencio y la desolación. No sé si me gustan
las mujeres porqué la religión me las tachó como producto del demonio. No sé si
me gustan los hombres porqué me hicieron daño a temprana edad. Me siento tan
fuera de este mundo que me voy directo a preguntarle a Dios qué carajos quiere
de mi….
Me quito la vida, porqué me
siento mal. No culpo a nadie de mi decisión, al final es mucha angustia que no
puedo sopórtala ni cuando estoy dopado por el alcohol, la droga del momento o
las tendencias de la moda.
Hay te dejó mi historia querido
escritor escribe, escribe todo en tu cuento de la angustia.
Querido amigo imaginario, querido
personaje de mi cuento. Prometo hacerte justicia, prometo darle seguimiento a
tu caso. Ahora déjame en Paz que necesito terminar otro capítulo más.
Viridiana Buñuel
ResponderEliminarqué fuerte historia apásito! Me recordó a luigi priandelo. Por qué? Este autor se pregunta en su prólogo en el libro Seis personajes en busca de un autor: Qué autor podrá decir alguna vez cómo y qué le ha nacido en la fantasía de un personaje? El misterio de la creación artística es el misterio mismo del nacimiento natural. Usted dirá que cantnfleo, pero se lo digo pues usted se somete al servicio del personaje que en su fantasía fue creado. Así Luigi Pirandelo en Sies personajes... se somete a esto personajes que no lo dejan en paz. ABRAZO ApÁ!