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Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







miércoles, 11 de abril de 2012

Sin la prisa que lleva imponer.



La etapa más hipócrita en la vida de los seres humanos es cuando estamos cortejando o en términos más coloquiales el famoso “tirar la onda”. Es esta linda etapa donde las mariposas están comiendo nuestras tripas, donde estas pendiente del teléfono para ver si hay un mensajito nuevo, o estas al pendiente de lo que pone en redes sociales y tienes la desfachatez de ponerle a sus profundos pensamientos un falso “pienso lo mismo que tú”. 

Es cuando quieres que te den el beso, cerrar los ojos y confiar que te volverá a ver mañana. El miedo te deja por lo menos unas horas, pero te odias por estar esperando esa llamada que dirá que tendrás un date el fin de semana. Es invitar a un extraño a tu vida, para que sea tratado tan bien, como no lo has hecho con nadie más. 

Los enamoramientos suelen ser efímeros pero es un sentimiento muy real. Posiblemente dure tanto esta etapa como lo que dura una recarga en un teléfono de celular de prepago, pero es de las sensaciones más adictivas. 

Una vez que se termina esta parte parece que se lleva prisa por imponer ideas o formas de pensar. He inicia la parte de querer cambiar a la persona, o cambiar nosotros para estar en constante “like”. Hasta que aflora tarde o temprano lo que somos, no podemos estar mucho tiempo ocupando un disfraz que no queda siempre a la medida. 

También existe la linda excepción de la regla, cuando sin que sea cosa impuesta, se quiere ser mejor persona solo por el hecho de estar con esa persona.  Cuando sabes que debes rascar espalda porque hay alguien que también lo hace por ti. Si las prisas de imponer absolutamente nada, siendo complemento de un equipo o del reino de dos. No entra ni sale nada que no sea de dos y para dos. 

Mientras estemos vivos, corremos el riesgo de que las cosas que realmente amemos en la vida nos apuñalen la espalda. Un poco tétrico es suponer cosas, hacer expectativas esperar una bonita historia de película comercial. La vida tiene más divisiones de caminos, que las que puede expresar un escritor de guiones.  Las personas cambian de gustos como de calazones, lo que hoy te da risa mañana te puede dar lagrimas, aquella persona que te hace soñar mañana te puede dar un insomnio de poca madre.  Y nadie está exento de sentir la decepción. Nunca den por eterno nada que sea humano. 

Para terminar cito a un gran amigo auto proclamado el Bigote que habla que dice “ Es poca madre el dolor que te ocasionas al caminar descalzo sobre piedras con erizos, el dolor que provocan las personas es insoportable.”

Sin imponer ideas, sea ustedes felices. Lo más que puedan, lo más que resistan, el mayor tiempo que puedan y cuando no puedan ser más felices. Descansen un ratito para intentarlo otra vez.

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