La televisión me levantó con sus
anuncios estúpidos de “bras mágicos”. Debería de poner un despertador un poco
más motivacional, pero he de agradecer a las señoritas talla triple D, que
encontraron la solución de su vida en un estúpido brasier sport y con sus
gritos me despiertan de lunes a viernes.
Me gustaría creer que la solución de todo en la vida, está en la
televisión los aparatos de cinco minutos, la aspiradora que casi lo hace
solita, el marido fiel, la esposa devota. Pero lo único que encuentro en la
televisión son estupideces y entrenamiento. Material para los huerfanitos de
autoestima y adictos a la masturbación mental. Pero no puedo hablar tan mal de
aquellos que perdemos tiempo viendo las noticias y una que otra película
palomera.
Tiempos violentos, tiempos de
cambios. Todo indica que aunque me declare ateo gracias a Dios, existe un
destino que no puedes engañar. La inconformidad de comportarte como dicta cada
momento es un dolor de muelas crónico. Dicho dolor lo mitigo con mariguana y
caigo otra vez en el espiral de la
depresión; Sé que fumo mucha y todo el tiempo, sé que mi potencial se va a al
escusado cuando me pierdo tratando de encontrar al duende de las Vachas. Pero
la risa que se escapa de cualquier cosa es lo más parecido a los besos que me
daba la Bea.
Tengo más de tres años sin saber
porqué me dejó, hasta cambié mi profesión para encontrar una más acorde con sus
gustos, me hice amigo de sus amigos. Sin embargo por más que trató de
olvidarla, no puedo dejar de ver su perfil en el Face. Vamos amiga cannabis
róbame otra risita, vámonos a un “reven”, puede que consiga otra morrita que
quiera hacerme el amor, porque el dolor de la vida sin amor, no lo puedo llevar
tan fácilmente.
Enrique Navarro Betancourt
ResponderEliminarAunque he de confesar alguna vez haberla probado y haberme reído como idiota, deberías andar por acá par aver como se dibuja la sonrisa en m irostro, puedo decirte que también puede ser aprovechada pra hacer cosas magníficas, bastaría con preguntar a Sabina, Calamaro, García Márquez, Cantinflas, Saramago, Chespirito, y un sin fin de etcéteras, el problema rádica en no quedarte en la deliciosa y banal risa, sino como en todo ir un poco más allá. (Que conste que no hago apología ni recomiendo nada).