¿Ya no cabemos?.

He estando habitando en la gran Tenochtitlán durante ya casi cuatro navidades, ¡cuatro¡ es un montón de tiempo y no es nada. Qué más da perderse aquí, viendo con el mal humor de la ciudad dos contingencias ambientales, trafico de miedo, chilangos tramposos, tortas de tamal bajadas a base de chapurrados, crimen muy desorganizado y jodon, crimen muy organizado de cuello almidonado y blanqueado. Viajando en trasporte público como cigarrillo en cajetilla nueva, viajando en coches de esos que tiene logotipo en el frente. Manifestaciones por lo que sea en donde sea, que hacen llegar tarde a ningún lugar, la elite jurídica del país abogados que cobran como piruja de la vagas es decir en dólares y por hora, señoras aficionadas al adulterio o señoritas que no necesitan que seas su novio para regalarte un par de besos (siempre se agradece) en fin todas estas cosas que hacen de esta ciudad mi alcantarilla favorita.

Estaba meditando mi futuro inmediato sentadito en un parque con una dotación de nicotina y con mi té negro, a mi lado un vagabundo plácidamente dormido me supongo que con un alto grado de etílico en su torrente sanguíneo o es eso o el tipo es un gran maestro de Yoga, pues la postura de su cuerpo denotaba una flexibilidad impresionante y un placidez envidiable.

Después de no llegar a nada en mis ideas, el tiempo que no tiene piedad anunciaba la hora de retornar a trabajar en el inter toreando a los automovilistas molestos porque eres peatón, molestos porque van tarde, molestos porque hay obras por todos lados, molestos porque así me supongo que tiene que ser para que te den la licencia de manejar, creo que hasta es un deber legal mentar la madre pues aquí todos lo hacen, todos se estorban a todos.

Un dato llega a la neurona que me queda, la mayoría de los conductores van solos en su auto y eso de compartir el coche se me hace buena idea, pero no esta ciudad aquí uno tiene que manejar solo total  tienen aire acondicionado y pues como que no les importa mucho el calor que está haciendo, yo por eso no voy a manejar en buen rato eso del calentamiento global si me está molestando mucho, el estar sudoroso nunca me ha gustado.

En el trayecto veo un metrobus rebosante de pasajeros, por andar distraído el crimen de los Z casi me mata ya que pise un montón de películas piratas que se vendían en la baqueta sin algún tipo de puesto así tal cual en la banqueta, apenado con el vendedor pirata no pude dejar de ver los títulos de sus películas y valla que tenía de esas donde las señoritas se encueran y salen con unas poses bastantes sexuales unos cuerpos bastante plastificados a plena luz de las dos de la tarde, a tres metros una escuela primara anuncia la salida, los niños salen en estampida y pasan por el “puesto” de películas, ven a estas tipas y tipos haciendo actos sexuales. No sé me da como que rabia que el crimen de la piratería no piensen en los demás sobre todo si son niños. Pero así son las banquetas de mi ciudad de la torta de tamal tomadas por la ilegalidad.

Pasó por el mercado y escucho un chillar de tripas el olor de la grasa frita despierta mi apetito, uno siempre tiene cinco minutos para una quesadilla si es de queso mejor, porque aquí aunque usted no lo crea hay quesadillas sin queso. La señora que atiende el comal también instalado en la banqueta tiene rasgos de no ser de aquí, me pongo a soñar de donde es la historia que lleva consigo, las razones por las que se fue de su pueblo cambiar el sonido de las vacas, el aire fresco por estar aquí. Estalló la idea en mi cabeza, ¡ya no cabemos¡.

Continuara….

Nota del autor: Como la política del Sexy Y barrigón es que sea un rato ameno que te quite nada más 5 minutos para leer el artículo de hoy lo he dividió, otra notita disculpen los errores de dedo y de ortografía pero tengo una mano lastimada.