La vida comienza a tener sentido cuando empezamos a aceptarla.

Encontrarle sentido a la vida, es algo que pareciera no tener sentido. Y es que es tan contradictoria tan injusta y algunos como yo semos tan idiotas que no podemos saber qué diantres es eso del sentido de la vida.

Se podría escribir mil historias reales para justificar mi dicho, pero no hace falta la realidad muchas veces supera a la ficción.

He sido testigo de muchas cosas extrañas en esto que llamamos vida, unas de las que me hecho fan es en las relaciones interpersonales. Por ejemplo había un tipin al cual quería mucho que se le veía muy enamorado, ese tipo de enamoramiento que podríamos clasificarlo como una enfermedad patológica, pues sin razón alguna el sujeto se encontraba como se dice en el argot de los mercados de pompas por el empedrado. Se veía feliz, sin tener una razón. Hasta mi Tortuga ciega podía ver que el amorcito de su vida simplemente lo utilizaba.

La novia es una de esas personas que nacen con el alma mala y pocas neuronas, insegura hasta la pared de enfrente, su historia familiar una pesadilla, múltiples nacionalidades, mucho tiempo si calor de hogar fue el cultivo para fabricar una señorita con muchos miedos inseguridades y poca identidad personal.

Yo los juzgue tan duro, que ahora me arrepiento, pues no soy quién para andar de señalando con el índice lo que está mal o bien. Simplemente que el sentido de sus vidas es una adicción de dos personas será para mi dañina, pero para ellos puede ser lo mejor. En las historias de amor no hay inocentes, no hay culpables, ni villanos es simplemente una historia de amor y es difícil que el amor no haga daño.

He tenido la mala fortuna de enterar a un amigo, a mi punto de vista fue una gran injusticia su partida, pero así es la vida estamos de prestados. Mal los que nos quedamos, dicen por ahí, yo opino con el corazón en la mano que debería estar prohibido morirse, incluso de causas naturales si eres amigo o familiar del Sexy Y barrigón.

Hay personas que dicen que lo que pasa es voluntad de Dios, yo opino que dejen a Dios en paz, las cosas son resultado de nuestros actos, si hay cosas de mala suerte pero las menores. Esas si las dejamos en manos de Dios, Buda, o cómo sea que le digas. A mí me gusta actuar como si Dios no existiera y ponerme en su voluntad.

No aceptes que nadie defina tu vida, defínela tú. Y ya esta. Acépatela como es con todo y tanta porquería que hay, pero acuérdate que siempre si le ves hay más cosas buenas que malas.

Los dejó porque hay que hacer un balance existencial, para ver que tanto he aceptado mi vida.

Me despido.

Atte.

Este tan de usted y de nadie.