La despedida a la Suegra.

Pasó hace mucho tiempo, era yo un novio de 4 años. Si había estado con la señorita por más de cuatro años, las cosas para ese tiempo ya estaban bastante gastaditas, lo de siempre la culpa fue de los dos, mucho tiempo poca edad, muchas estupideces y un extraño que le inició a lo que se conoce en el argot como tirarle la onda, y ella le correspondia.

En fin las cosas estaban terminando. La familia política no me aprobaba, ni lo tenían que hacer. Durante cuatro año me aguantaron y los aguante. Total de eso se trata la vida no soy monedita de oro, ellos tampoco.

 Decidi ponerle un  punto final a la relación en un viaje a manzanillo con la familia política.

 Llegué a Manzanillo después de trabajar y la familia política ya estaba instalada en su departamento, sobra decir que el viaje fue una pesadilla en camión, a la compañía se le olvido arreglar el aire acondicionado  y me tocó junto a una persona que sudaba generosamente y hay voy a visitar a la novia con la familia política. Cuando toda la relación se desmorona como un castillo de arena con todo y que no queria hacerlo.

Al llegar al departamento me recibe toda una comitiva de invitados del cuñado unos seis amigos y al besar a mi suegra me llevó a lo que sería mis habitaciones, literal era el cuarto de servicio acomodado como bodega. Lectores queridos, he dormido en lugares peores: En banquetas, en parques, en bosques, en cuartuchos de cuchitriles, en iglesias, en escuelas rurales llenas de piojos, no es que sea piqui, todo lo contrario soy un poco ñero, pero ese gesto lo sentí como ofensa.

Y es que 4 años y todavía no me trataban con un poquito de cariño. Digo si la suegra o la novia hubieran dicho “Mira el novio se queda a dormir en el departamento porque lo invitamos, le pueden hacer un lugarcito en el cuarto de hombres” hubiese sido suficiente o la sala también era buena opció.

Yo era buen niño o por lo menos lo parecía, mi pecado era ser estudihambres trabajara en un despacho de pasante y fumar marlboro rojos en cantidades industriales, a lo mejor mi ex suegra no me quería porque no era lo que esperaba para su hijita.

Al ver mi suite presidencial, pasó de esos momentos irracionales mágicos que cambian tu vida, se apodero de mi cuerpo un Conde de angora junior de elegancia natural. Que gritó un "hasta aquí con desdén de niño rico", me salí del departamento hable con un amigo que sabía que tenía un departamento en Manzanillo y se lo pedí prestado. Regrese con la familia política y anuncie que la dignidad y la humanidad del Sexy y Barrigón no dormía ahí.

En el departamento de mi amigo solo como perro, con media botella de whiskey inicie mi delirio de saber que no quería estar con ella más. Entre sus galanes y la familia política que no me soportaba y si no me soportaba no tenía que hacerlo yo. Por la paz quería terminar, pero tenía que hacer mi última daga.

El último día, la partida era después de comer y el novillo indeseable seria el chofer de un auto de lujo de esos que tiene logotipo en el frete y todo compacto, chulo se podría decir. 

Mi menú fue langostinos al triple mojo de ajo, que sé que produce en mi organismo una de gases impresionantes, el detonante un coca cola grande con mucho gas, el camino querido lector fue todo un placer pues se me “escapaban” las almas de los langostinos por la boca con un olor fuerte, es impresionante como a 120 kilómetros por hora como puedes apestar un coche de lujo.

 La primer alma que salió de mi boca causo estragos en mi suegra la vi que se lo trago completito, el segundo igual para el tercero mi suegra reclamó, al cuarto el ojo le lagrimeó, el quinto se enojó. Yo tenía maestría para dirigir mis bombas de gas. La escuela de puros hombres te enseña a eso y cosas peores.

 Para cuando llegamos a Guadalajara yo me sentí hombre libre sin nada que perder. Sobra decir que la relación termino bien. 

Yo soltero y ella con la libertad de elegirle compañero a su hija. Pero eso si le di causa justificada que viera lo peor de mi, mi reacción gastrointestinal con el ajo.

La venganza es un plato que se sirve frio. No se dejen nunca menospreciar.