Dentro de la sabiduría de mi arquitecto, he aprendido mucho mi Papá es un faro en mi mundo de tinieblas.
El viejo que no esta viejo, me decía que jamás se hacia negocios con amigos, el negocio hace amigos.
Y la ley de morfi es muy clara hagas lo que hagas, normalmente lo que dice tus papas es la pura realidad.
Entre a la empresa siendo Superintendente de contratos, abogadito de corbatita y toda la cosa. He trabajado en muchos lados, pero lo que tenía aquí jamás me había pasado. Conocí al buen Suarez, tipo alto, noble como pan, profesional como todo buen egresado de alguna universidad de esas que ahora ya se pueden deducir de impuestos.
Poco a poco, fumada a fumada se convirtió en un gran amigo, flotando en whiskey platicas interminables se formo una de esas amistades que sé que será para mucho tiempo.
El muy cabrón me invito a todo lo que tiene que ser de España, bueno ahora me siento español gracias al Suarez entre gaitas tambores y embutidos, me coloco en la sangre este amor por todo lo Español. Me abrió su mundo de par en par sin reservas como las amistades deben ser.
La vida te manda a donde tienes que estar. El se me va a una maestría, y ahora escribo estas líneas en lo que fuera su lugar, y sacando el sentimiento cursi, he de confesar que se le extraña y dentro de poco se le ha de extrañar más.
Sé que pronto estaré en Madrid, pues quedan un par de tabacos que matar y muchas platicas por decir y unas Pilaricas para acompañar.
Amigo Suarez, te deseó todo el éxito del mundo. No te olvides del Sexy y Barrigón.
No te olvides de puyar a los toritos que se arrimen en tu vida.
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