ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







lunes, 10 de enero de 2011

Todo por los besos.


Checo si no tengo carta en el buzón, y hasta el quiero dar de comer a los gatos de los vecinos de la casa de la risa. Hay días estúpidamente aburridos.

Mientras mi pariente toca su guitarra, el Poeta escribe con gracia, las palabras que ha de vender en el mercado de los necesitados de reflejar algún sentimiento.

Esperando una fiesta, quiero matar el día, que las horas pasen rápido, sin necesidad de aguantar a mi humanidad.

Llegó la noche acudí a una fiesta de un Francés que en mi vida había visto y no creo verlo otra vez. Todos eran extranjeros en el gran departamento. El color rubio cenizo me regaló un disfraz discreto, nadie noto que no era invitado de invitado, pero cuando me preguntaron cualquier cosa en francés, fue cuando todo se fue a la goma. No hablo francés. Yo estaba limpio y “guapo”, dos señoritas francesas estaban solitas y se veían que lo pasaban mal. Fue cuando tome la decisión de practicar mi francés o hacer que ellas practicaran su español.

Se habló de todo un poco, a veces en mal español y cuando se complicaba se habló en ingles, el intercambio de información terminó cuando sonde el mercado de oportunidad, entre azul y buenas noches sacan que tenían novio,  su vida amorosa se veía bastante aburrida y para empeorar aquella situación los novios estaban en la reunión muy amigos del de la fiesta. Es cuando vez las cosas es perspectiva con miedo disfrazado de dignidad decide alejarme de aquellas francesitas. Soy muy respetuoso de las parejas sobre todo cuando no son las mías.

Después de dos Whiskey y unos buenos tabacos. A lo lejos divise a un amigo con las señoritas. Se veía que lo pasaban lindo, ellas le reían. El majaba muy bien el papel de Don Juan, los novios que estaban a dos metros se iniciaban a mostrar señales de enfado. Y de enojó cuando este compadre haciendo alardees de sacador de dates, logró conseguir los teléfonos de las señoritas, afrenta que no soportaron Me vino a la mente la guerra de los pasteles. Se ve que los franceses no son muy participes de eso de la paz cuando los mexicanos tocamos sus pastelitos. Pero la culpa es de ellos porque no estaban al pendidente de sus postres.

Lo animé con amigo caído, no todos tiene este rol de detective privado. Fue cuando entendí mi habilidad de adelantarme a los rechazos de las extrañas, siempre he analizado las posibilidades antes de iniciar una batalla. Comparto este lema que leí en alguna página de algún libro que decía “un general no pelea si sabe que va a perder”. Estúpida cobardía. El mercado de divisas de los besos cerró temprano para mí.

Al despertar me sentí tan mal, no fueron los Whiskey, ya que tome con precaución, pero que les puedo decir normalmente los golpes más duros no dejan señal. Estaba toda la noche pensando sin querer hacerlo en una señorita. Perdí mi interés en conocer nuevas personas al menos el sábado en la noche. Estoy lidiando muy bien con la soledad.

El domingo me lo regalé completo, no use mi teléfono para nada. Inicie dándome un gustito culinario, las alitas grasas del principado de la aldea de la garnacha, acompañadas de un litro de cerveza, le di lata a un par de vampiros en videojuego, arme a la mitad un rompecabezas de un personaje tan querido para mi, “el sobrero loco”, lavé platos, me bañe con la tranquilidad que necesita. Hasta acudí al médico de los pies para retirar una uña calvada que molestaba un poco. Todo eso en un domingo que terminó con una serie de televisión malísima, que me acompaño todo el día por lo menos el ruido ya que le preste la misma atención que le prestaba a mi maestro de cálculo diferencial.

Lo que me llamó la atención, fue que mi ser esta en un proceso de saber querer estar solo, antes bajaba al infierno para perderle fuego al cigarro de la novia, me pagaron donde más me dolió, pero siempre estaba ahí con los zapatos desgastados por estar detrás de ellas. Cambiaron mi corte de pelo y me aguante. Quise matar un ángel para hacer una almohada con sus plumas y regalárselas a la novia. No tenía argumentos que decir. El amor apendeja, dicen por ahí.

Ahora disfruté a plenitud mis domingos, He desarrollado intolerancia a los chantajes, medio escribo lo que sale, mi sueldo es para mí y mis amigos, suelo ser un caballero cuando nadie me ve, salgo de bar y me voy a la hora que quiero. Ahora que cambiaria todo eso con gustó por una boca que sea mi boca, para darme cuenta tendré la osadía de robarle un beso y si descubro que es la última boca que quiero besar ahí me quedare bajando a los infiernos para prenderle su cigarro.

Amanecí un tanto cursi. Tenga buena semana.

Se despide empalagado tan de usted y tan de nadie Sexy y Barrigón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario