Dice la leyenda que una vez llegó
a un centro de alcohólicos anónimos un tipo que se veía y olía bastante intoxicado
por las cucharadas de más. Al tocar las puertas del lugar donde se llevaba la reunión,
un tipo con el tipo de Ned Flanderes lo recibe con cariño diciéndole. “Pasa
hermano, dime ¿Tienes problemas con el alcohol?. Y nuestro borrachito contesta:
“ Si, últimamente lo están dando muy caro”.
Lo sé es un chiste malito, pero
de todas formas lo cuento para contarles el cuento de hoy. Que va de la mano
con esto de las copitas de más y copitas de menos. Me gustaría sin ánimos de
ofender también decir un máxima de mi vida que la mamé de casa de papas. “Existen
dos idiotas para el vino, los alcohólicos y los abstemios”.
En ese orden de ideas en mi casa
alguna que otra vez se come con vino tinto o blanco, alguna que otra vez se
come licores y siempre tenemos un motivo para brindar. De ahí a que sean borracheras
todos los días hay un mundo de diferencia. Pues el alcohol lo crea o no, es
parte de una comida completa.
Ahora cuando me preguntan para
cuestiones laborales o sociales que si tomo y que tanto. Cuando digo que tomo
diario se me quedan viendo con cara de: “Es verdad que me estas contestando que
si”, vamos como el Canaca con su espectacular “Clarooo y qué no he chocado”.
Bueno lo que pasa es que a mí me ensañaron a tomar. Nunca se prohibió el
consumo pero siempre se castigo severamente cuando uno de los pollitos Gallo
Korkowski se pasaba de cucharadas, lo cual me hace ver las bebidas con alcohol
con respeto y gusto.
Tampoco le hago el fuchi, cuando
por una copita de más mi sistema se pone contento, eso si no puedo perder el
control de mis actos, eso me da pánico.
Que si soy alcohólico diría que
sí, que sí necesito el alcohol todo como necesito la nicótica, diría que no. No
puedo estar en un bar sin tomar, tampoco puedo estar estrictamente borracho.
Pero un día normal si no tomó no me pasa nada, un día que no fumé tabaco o no
tomé mi Palucheé n diría que es uno de esos días malitos. Donde me pongo el
traje de malhumorado Korkowski.
En fin ahora no sé si me di a
entender, tampoco sé porque escribo estas cosas. Sírvase de bitácora de viaje
de vida con los lindos testigos que me leen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario