La cajita de Treda a un lado, he
perdido no sé cuantos kilos, la fauna que habita en mis tripas se ha puesto
hostil. Lo bueno es que tengo una mala salud de hierro que me mantiene haciendo
mis actividades cotidianas casi con normalidad, bueno si lo normal es estar
pegadito a un baño por aquello del córrele porque te alcanza.
También
con la novedad de que mi celular o mi cuenta de Facebook han estado poseas por algún
demonio de bajo presupuesto que se divierte mando mensajes que no he mandado.
Qué podemos hacer en este mundo hay personas que no tienen cosa mejor que hacer
que molestar haciéndose pasar por uno, que gran honor que hagan esto.
No me molesta nada que sea atacado por
cibernautas, de hecho se me hace un piropo que se quieran meter a la privacidad
de mi mundo. En el inter de favor queridas amistades si les llegaran mensajes
extraños no he sido yo.
Después de dar las noticas que a
nadie importan. Me meto de lleno a lo que les quiero compartir el día de hoy. Ya
me conoces digo unas tonterías y me voy.
Dentro de todo el mar de idas que
se me han ocurrido en esta época de mi vida, donde tengo tatuado la taza del acusado
en mis pequeñas sentaderas por la cantidad de horas que he pasado ahí
sentadito. El tema recurrente de este
fin de semana fue la dichosa y mentada autoestima. A saber porqué las ideas me llegaron
en momentos inadecuados de la vida.
Muchas veces he escuchado que hay
personas que les va mal en la vida porqué tiene una pobre autoestima, o también
recuerdo una platica recurrente con psicólogos infantiles donde recomiendan no gritarle
a los niños porqué le dañas la autoestima.. Y yo a todo esto digo: Patrañas.
La autoestima es un engaño, puesto
que es nuestra realidad y posiblemente siempre nuestra realidad es maquillada
por nuestro más grande cómplice y nuestro más grande enemigos que es nosotros
mismos.
Cuántas veces hemos tomado la decisión
incorrecta porqué vimos cosas que no son, o por sentirnos importantes o sentirnos
menos de lo que somos. Conozco muchas personas que se quieren mucho así mismas
y son unas malas personas. Entonces no es la autoestima un camino cierto para
ser mejor personas o un persona contenta.
Antes de decidir si nos queremos o no, debemos
observar los hechos, los hechos y la genética no mienten. Somos más que
nuestros miedos y más que nuestro cariño propio y no nos damos cuenta de nada.
Damos cosas por sentadas que son nuestra manera de ver el cuadro de la vida,
pero el cuadro de la vida tiene un sinfín de vistas. No siempre la veremos
igual que los demás y eso hace de la vida algo lindo y también un lugar
extraño.
En el inter tenga un pleno
conocimiento que no se conocen tan bien o tan mal como creen, fíjense en su
actuar cotidiano y si están de acuerdo consigo mismos, díganme por favor cómo
lo hacen. Lo dejó esperando tengan una semanita sexi.
Hay una teoría en comunicación que se llama "Teoría del Framing" y habla un poco de lo que dices. Chécala, te podría interesar.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, se ve que eres majísimo.
Saludos desde Valencia, España.