Tormenta en la calle, mi cabeza
llena de hubieras. Hubiera estudiado otra cosa, hubiera aguantando un poco más,
hubiera tenido más suerte, hubiera dicho esto o aquello, hubiera votado por la
segunda catapitisa ( o como se escriba), hubiera dicho “lo siento”, hubiera
hecho caso a los voz de la experiencia, que casi siempre se equivoca a medio
camino, hubiera sido más previsor, no hubiera dicho no hay problema, porque
siempre hay problema, hubiera aprovechado el tiempo, hubiera comprado el
departamento… Al final creo que la vida está llena de malas decisiones y no
tiene nada de malo reconocer que nos hemos equivocado.
Puede ser que tu vida no te guste y eso te
moleste todos los días. Las circunstancias nunca son iguales, la vida te cambia
en un parpadeo, los amigos dejan de serlo, el litio no corrió bien por tus
neuronas, lo feíto de la vida pasa en malas tardes y pésimas noches, pero la
vida es injusta y hay que acostumbrarse.
Pero tampoco hay que vivir dando lastima por
la lástima de dejar pasar las oportunidades, todas retornan si sales a
buscarlas, si no te das por vencido, si no renuncias a tu sueño loco de los
viajes sin maletas, de cambiar el mundo, de tener lo que se supone que no
puedes tener. Suena exagerado pero es verdad, mientras tengas una locura
trasparente puedes ser lo que siempre has querido ser.
Resumiendo, puedes estar haciendo
muchas tonterías pero siempre se puede ganar la última partida de póker aún con
malas cartas y con todo en contra tuyo.
Estoy medio
cansado no lo he de negar, pero para qué perder el tiempo con lamentos, creo
que estoy a punto de encontrarme. Pude haber estudiado filosofía y letras,
puede haber sido padre católico, puede habar sido bombero, pude haber sido
soldado, puede haber sido chulo de películas cariñosas de bajo presupuesto.
Puede haber sido socio de un gran despacho, pude haber sido un gran explorador,. Y a pesar de tantos condenados hubieras y de tantas veces que me he equivocado.
Me levanté
hoy viendo que todo está maravillosamente bien, que todo lo que me ha queja no
es tan grave como me suponía que era. Y es que la vida es maravillosa al menos
la mía. Creo que en la noche un duende me regreso mi capacidad de asombro. Hay
muchas pequeñas cosas que alegran la vida y no cambiaría nada de mi pesado, con
todos y sus hubieras. Pues a pesar que he dejado escapar muchas grandes
oportunidades, a pesar de haber sido un demonio y un santo. Siempre tendré la
oportunidad de hacer que las cosas pasen y no clavarme en las supuestas cosas
malas que al final son lo que se dice la sal y la pimienta.
Simplemente
estoy viviendo y pretendiendo vivir sin recetas, puede ser que este día sea el
día que me levante siendo más consiente en esta ciudad abandonada por los
estudiantes.
. Un pasado
inventado, unas cargas sociales impuestas otras compradas con todo y empaque
brillante. Y sin no existe el destino y ¿qué pasa si lo doy todo?.
Hubiera, hubiera
tantos hubieras que es buen día para aférrame a algún bonito cuento de hadas.
Total lo
bueno no me pasa a mí, pero si puedo hacer que lo malo que me pase lo vea desde
otro lado, que siempre las cosas tienen dos caras o más.
Tengan
ustedes un día si tantos hubieras, den muchos besitos por ahí.
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