Cuando pones todas tus ganas en
una tarea, lo único que puedes esperar es éxito.
Comiéndome las uñas por ahí de
las nueve, esperando el arribo de las alamas que confirmaron por las
inclementes he impersonales redes sociales, su asistencia al evento.
La puntualidad es una virtud carente de sentido,
porque los pocos que la tenemos nos sirven de poco o de nada ya que nadie nota
que eres puntual. Sin embargo la orquesta de la Estación entonaba ya en la
cocina las tapas, los cafés y las planeaciones.
No me puedo quejar a punto de las diez menos treinta
de la noche, el lugar tenia la vista de treinta y cinco almas que probaron el
ya muy famoso café que represento o me representa.
Y yo puede decir un mini discurso, extrañaba
ese sentir observado por un montón de personas. Pero nada como jugar al anfitrión,
en mis tiempos muertos seré camarero de la Estación, pues servir las mesas es
una tarea noble, que me recuerda que Dios siendo el creador, es el primer
servidor de sus creaturas y creaturas que bueno fue verlos por ahí.
Intenté la estrategia de negocios
infalible, se llama la traga monedas.
Estas maquinas están diseñadas para dar premio cada determinado número
de intentos. Por lo tanto invité a casi todos mis amigos cibernéticos del face.
De esos con firmaron treinta y cinco, de esos acudieron más menos quince. Y como
el lugar ya esta posicionado en las metas de buenas almas capitalinas, se logró
el cometido de hacer la noche de lunes una noche de viernes.
Me hubiera gustado que más
personas hubiesen probado esos montaditos de chorizo, esa patata española, esa
croquetas de serrano, esas paletitas de chocolate con grano de café y un polvo mágico.
Infectar a más personas con cafeína para que en sus noches de insomnio hiciera
algo útil, como estar en los brazos del amor de su vida. Pero poco a poco, pues
aun tenemos tiempo que dura toda la vida, jodido que la vida dura poco tiempo.
En fin lo intente y a título
personal lo declaro un éxito, pues vi un montón de personas contentas y eso
vale la pena, además que yo me llevé a casa un par de aplausos, esos soniditos
de palmas que hacen que la sangre le de color a mi pálida piel.
Con mi presente es suficiente y
sé que la suerte se balancea a mi lado. Junto con buenos amigos que no me
quieren cambiar y eso señores es una vida bastante vivible por su servidor.
No me vallan a salir con que la
vida no tiene sabor, porqué están viviendo en un error.
Aunque renegaba de tu evento en un lunes lluvioso, fue un gusto salir a degustar tan ricas bebidas con café y buena compañía, reí tanto que aún con todo el café que bebimos pude dormir hasta poco después de las 7.30 apenas para cambiarme la ropa y salir corriendo a la oficina
ResponderEliminar¡Muchos eventos como estos!