Lunes, lo mejor del lunes es que
el día más lejano es lunes.
Estoy un
tanto nervioso hoy es mi evento de las tres notas de café. Quién sabe bien como
saldrá, pero espero salga a la altura de mis invitados. He estado todo el fin
de semana en tal acontecimiento en mi vida. No hay nada más noble de vender
tranquilidad y un suspiro de alegría salido de una humeante taza de café.
La Estación se ha convertido en mi bar
favorito y eso que no me he emborrachado como mandan los cánones de las
personas perseguidas por la angustia. Espero poder ser digno personaje del lugar
en donde se refugian los últimos auténticos condechís boys . Los que no hemos emigrado a la nueva
vida bohemia de la colonia Roma.
Siento como la punta de la barca
de mi vida, inicia a moverse agitadamente como anunciando las aguas turbulentas
por las que pronto he de estar pasando, mi vida ha dejado de ser quieta he inicia
a ponerse como pescado recién salido del agua.
No entiendo muy bien estos
tiempos violentos, pero como sea los quiero. Desconozco si hay vida después de
que uno cuelga el zapato, vamos nunca me he muerto y espero mantener el estatus
de vivito y coleando, deseó que exista la vida del más allá, pero me puedo
esperar mucho tiempo para comprobar a que saben las barbas de Dios. Seguramente ha de saber a tabaco, café y
whiskey.
Seguimos siendo una especie
animal adicta a creer, creer ha sido la base de supervivencia humana. Y como
creo que hoy no tengo mucho que escribir, pero si mucho que hablar a mis
honorables invitados de la Estación. Pues lo dejó creyendo que tendrán un día
de esos tan lindos como lo es sentir que seguimos respirando.
Supongo que sería
más lindo si nos viéramos las caras hoy al calor del evento Tres notas de café,
que con tanto cariño hemos preparado este tan de usted y de nadie, como mis
nuevas amistades que administran La Estación.
Si el café o las tapas nos lo
permiten. Podremos compartir un poco de lo más caro que tenemos que es el
tiempo.
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