Me levanté con hastío, queriéndome
escapar a otro lugar, el que sea hubiera sido bueno. La soledad es mala
consejera.
Viernes en la noche y he colgado un
letrero en la puerta de mi vida que dice: “hoy no estoy para nadie”. El cometa
puede impactar el día de hoy y no me molestaría en nada ser testigo de una
extinción masiva.
Tengo intacta mi capacidad de asombro, un
caso penal fiscal ganado en mi haber, la firma de una escritura a la vuelta de
la esquina, una salud aprueba de mis pequeñas tendencias suicidas favoritas y
sin embargo esta tendencia loca a la retrospección que es difícil de matar.
El escuchar lo que alma te tiene que
decir, es una experiencia que se debería de borrar de la psicosis humana, y sin
embargo busco la soledad para escuchar con un sonrisa maldita lo que el carbón del Juez mi mismo
tiene que juzgar. Nada que hacer las acusaciones son para una persona
angustiada por la angustia. Sigo siendo un bicho difícil de pisar y me mantengo
volando con las alas rotas.
Tanto que decir que debería comer kilos
de hojas en blanco, para llenarlas con lo que mis tripas tienen que decir. Se
complican las ideas, pero sé que no hay otro lugar en el que quisiera estar
hoy, que no sea acompañado de mi botella de whiskey y el corazón a flor de piel,
tratando de hacer que el teclado se conecte con los laberintos de mi sentir.
Solo cambiaria este momento por el calor de un cuerpo femenino a
mi lado, no puedo negarlo soy muy sensible a la belleza femenina, será que soy
el fanático numero uno a esto de tener abrigado el corazón, el destino conspira
para que esta noche no tenga más compañía que el sonido de mi tabaco al arder.
No importa mucho, la soledad acompañada
con maltas y buena música puede ser lo que necesito por el momento. Tal vez la locomotora de los recuerdos
me tiene reservado el mejor lugar en su cabus, recordar a los amores pasados
que dejaron un saborcito en mi vida difícil de olvidar. Recordar aquellas
buenas platicas con los amigos ausentes. Perdonar a todo aquel que me ha hecho
mal y si no se puede perdonar tratar de entenderlos. Sobre todo perdonarme por
el cumulo de malas decisiones en mi vida.
La noche enfría el cuerpo, a lo lejos se
escucha la fiesta de los vecinos y yo termino lo que tengo que decir. Es bueno
ser yo.
Pd. Nunca había escrito medio borrachito,
perdón por la molestia.
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