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Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







viernes, 9 de diciembre de 2011

La soledad es mala consejera.


Me levanté con hastío, queriéndome escapar a otro lugar, el que sea hubiera sido bueno. La soledad es mala consejera.  
Viernes en la noche y he colgado un letrero en la puerta de mi vida que dice: “hoy no estoy para nadie”. El cometa puede impactar el día de hoy y no me molestaría en nada ser testigo de una extinción masiva.
Tengo intacta mi capacidad de asombro, un caso penal fiscal ganado en mi haber, la firma de una escritura a la vuelta de la esquina, una salud aprueba de mis pequeñas tendencias suicidas favoritas y sin embargo esta tendencia loca a la retrospección que es difícil de matar.
El escuchar lo que alma te tiene que decir, es una experiencia que se debería de borrar de la psicosis humana, y sin embargo busco la soledad para escuchar con un sonrisa maldita  lo que el carbón del Juez mi mismo tiene que juzgar. Nada que hacer las acusaciones son para una persona angustiada por la angustia. Sigo siendo un bicho difícil de pisar y me mantengo volando con las alas rotas.
Tanto que decir que debería comer kilos de hojas en blanco, para llenarlas con lo que mis tripas tienen que decir. Se complican las ideas, pero sé que no hay otro lugar en el que quisiera estar hoy, que no sea acompañado de mi botella de whiskey y el corazón a flor de piel, tratando de hacer que el teclado se conecte con los laberintos de mi sentir.
Solo  cambiaria este momento por el calor de un cuerpo femenino a mi lado, no puedo negarlo soy muy sensible a la belleza femenina, será que soy el fanático numero uno a esto de tener abrigado el corazón, el destino conspira para que esta noche no tenga más compañía que el sonido de mi tabaco al arder.
No importa mucho, la soledad acompañada con maltas y buena música puede ser lo que necesito por el momento.  Tal vez la locomotora de los recuerdos me tiene reservado el mejor lugar en su cabus, recordar a los amores pasados que dejaron un saborcito en mi vida difícil de olvidar. Recordar aquellas buenas platicas con los amigos ausentes. Perdonar a todo aquel que me ha hecho mal y si no se puede perdonar tratar de entenderlos. Sobre todo perdonarme por el cumulo de malas decisiones en mi vida.
La noche enfría el cuerpo, a lo lejos se escucha la fiesta de los vecinos y yo termino lo que tengo que decir. Es bueno ser yo.
Pd. Nunca había escrito medio borrachito, perdón por la molestia.

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