Hoy me levante en una cama con
sabanas de algodón egipcio, en el baño había muchos detallitos en presentación individual,
coquetería para la limpieza personal. Me serví el café humeante salido de una
cafetera también de presentación individual, mientras el agua que vomitaba la
regadera estaba en el punto que me gusta, que es como para pelar gallos. Ropita limpia recién salida de la tintorería,
la misma cara de idiota en el espejo. Me regaló un sonrisita de complicidad y
salgo de mi cuarto.
Saludo a los mayordomos, doy un
par de indicaciones mientras me sirven mi desayuno continental. Llevó tres días
durmiendo en un hotel de esos caros, cortesía de mi señores padres que están de
visita en esta ciudad capital.
Que rápido te acostumbras a lo
bueno. A partir de mañana iniciamos con la maldición de la cafetera industrial
con café de calcetín, encontrar una camisa limpia en el cerro de los trapos,
sabanas marca libre de nilón con algodón de Tequiminguin el alto y las
maravillas de mi vida cotidiana. Es rico probar el otro mundo de vez en vez. Me
motiva un poco saber que hay dos tipos de vida. Una es muy pero muy cara y la
otra no es vida.
Pero podría considerar el día de
ayer como el día de los consejos buenos, esos consejos que no los pides y
tampoco te los dan. Pero salen con la plática con personas que estimas. El
primero me lo regaló una empresaria joven, me estaba comentando que había tenido
que despedir a una persona. Los que hemos despedido sabemos lo cutre que es. La
única vez que me tocó ponerme el disfraz de malo y mandar a la “RENATA”
(Reserva nacional de Talentos) a una pobre alma, fue cuando era funcionarios público
y mi manera de hacerlo fue digna de mi estupidez. Más o menos le comenté. “Compadre
me tocó darte una patada en el culo, pero no te preocupes una patada en el culo
es un paso adelante. Por favor no te presentes mañana a trabajar”. El despedido,
se echó a reír, sabía que no era yo el que lo despedía, sino el sistema de selección
de la PGR, pero si me sentí igual de mal.
Después de que la empresaria me
comentará las razones que la llevaron a despedir, le manifesté mi postura ante
despedir a una persona. Y después le di una felicitación que decía “En hora
buena eres jefa. Pero dime ¿No es complicado serlo?, ¿Cómo le haces para ser
jefa?” Y la respuesta fue divina como lo
es la empresaria: “Pues hay días que lo hago bien y otros mal”. Sabiduría pura fue
la respuesta. Hay que aprender cuando hacemos mal las cosas para no repetirlas
o si las repetimos encontrar una buena justificación que tranquilice la
conciencia.
El otro salió en el barecito
coqueto del Hotel, tomaba unos maltas con mis Arquitectos y medio me reclamaron
por mi platica de la noche anterior. Estábamos reunidos varios familiares en un
restaurant de esos que sirven las mismas quesadillas de la calle a precios súper
elevados, y la plática se basó en la situación legal de un ser muy querido para
nosotros. Y la verdad de las cosas es que tomé los conocimientos legales he impartí
la cátedra de las posibilidades que se tiene si eres sujeto a un proceso penal.
Vendí el diablo, explique para mortales el derecho penal con todos los escenarios
posibles, sin ensalzar cosas y sin vender falsas esperanzas. Pero deseo la
pronta solución legal de corazón y con ganas pero muchas ganas que llegue pronto.
Este deseo fue manifestando en mi cátedra de derecho penal para mis queridos
parientes.
Vamos que nombre las cosas por su nombre, la
familia un poco susceptible no aguantó palabras como cárcel y esas cosas. Mis
arquitectos me reclamaron porque alarme a la familia. Y claro no fue mi
intención, lo que quería era que estuvieran consientes del panorama que se
puede presentar para bien o para mal. Si yo voy a doctor, quiero que me diga
las cosas con sus nombres, si tengo cáncer es cáncer, no una gripa maligna que
se puede tratar con quimioterapias. Es lo mismo en el mundo del derecho, hay
que decir las cosas con sus nombres para preparar a los clientes ante los panoramas
posibles.
Mis Arquitectos dieron un poco la
razón. Pero al segundo Whiskey pasó que se dio la magia, mis padres estaban
hablando de mi “talento” para las letras. Yo no podía creer lo que escuchaba. Mi
padre alentándome durísimo para que sea un poco más profesional escritor, mi
madre se quejaba del título del blog, para ella todo lo sexy es sexo, lo cual
va en contra de sus creencias. Pero los dos me daban esas palmaditas en la
espalda que son un remansó en la vida. Yo estúpidamente creía que ellos eran
felices por tener un hijo abogado de los caros y que preferían un hijo abogado
que un hijo escritor. Pero no mis Arquitectos quieren un hijo profesional en lo
que hace, ahora entiendo que si hubiera escogido ser recolector de basura, mis
padres me pedirían que tacara con muchas ganas la campanita y eso señores es un
buen consejo que podríamos traducir en un “no importa lo que hagas siempre y
cuando lo hagas bien y con ganas de serlo”. Y de lo que hagas depende si estas
en la vida cara o en que es muy cara.
Tengan un bonito último trió de
días del año.
Me gusta lo q escribes! Me hace reflexionar! Para mi lo haces bien, aunq se q lo q opinen los padres es importante Cuidate mucho y te mando un abrazo
ResponderEliminarEly López DICE: Tienes tooooda la razón guapo jajajaja gracias x comenzar mi dia con una carcajada besos
ResponderEliminarPatty Landeros DICE Reflexión total
ResponderEliminarMarce Galván DICE: Like like like
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