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Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







martes, 27 de marzo de 2012

Dos whiskey de más.




 La boda hierve de personas elegantes con dos whiskey de más, yo dejé de tomar dos horas atrás para darle oportunidad a mi querido hígado procesar los tragos generosos, que los novios me regalaron para que brindara a su salud. La verdad de las cosas es que hay que saber tomar y lo digo con la mano derecha en el corazón. Solo conozco a dos idiotas para el alcohol, los abstemios y los alcohólicos. Que te llevé los tragos a donde quieran, pero siempre eres tu el que decide hasta donde quieres llegar y la inconsciencia o el vomito no son lugares bonitos.  

Un viaje al pasado, ahí estaban todos celebrando la decisión “precipitada” del novio. Después de diez años de noviazgo, estaban por fin escuchando un sermón de un padrecito. Hubiese preferido chutarme todas las canciones cursis de Arjona, antes que su discurso mal preparado. Pero quién soy yo para criticar lo que un cura debe decir en una misa de matrimonio. Sinceramente espero no asistir a otra misa de ese tipo. Ni el día de mi boda y si hace falta asistir pondré chelitas afuera de la iglesia para los que se quedan fuera de la misa como lo hace su servidor, tengan algo lindo que refresque la garganta.

 Estaba en el suelo tapatío brindando con los viejos amigos y enemigos por los días de gloria. Es simpático que lo único que sepan de mí es que tengo el vicio por escribir, se les olvida que también soy abogado. Tal vez en su repertorio de personajes cuenten ya con muchos abogados y quieren incluir en su lista de conocidos, un escritor de bajo presupuesto e inquieto con los días que quedan por vivir.

No había tiempo para llevar a la tintorería el traje que llevé para disfrazarme de caballero, una bastilla estaba siendo arrastrada y para curar a mi pobre pantalón dos grapas para papel, hicieron las veces del trabajo bien hecho de sastre. Al final con la bendición de las copas de más nadie se fija en la vestimenta. No le doy importancia si me ven como escritor, puedo vestirme como me gusta como soy, un tanto elegante y otro tanto ñeron.

Ahí enfrente mi ex novia coqueteándole a un joven digno de ser un personaje de los Muppets, soy discreto pero ya van más de tres borrachos que me hacen, la linda anotación diciendo que el tipo por el que me cambiaron, es menos tipo que yo. Nunca he tenido problemas con los cambios salvo cuando te cambian por cualquier cochinada. Te hacen sentir más cochinada que la cochinada con la que están.

EL acido descubre metales y el vino puñales. Muchos caballeros aconsejados por el espíritu del vino me dan sus señales de lesbianitas, uno me comenta que cuando quiera cuento con su consejo. Me limito a pedirle unos tips sexuales, porque para consejos de vida ya estoy hasta la madre. Otro sin decir más me abraza y me mete la lengua en toda la oreja, me dio un asco pero lo tome con paciencia, vamos que los borrachos no sé controlan con sus ganas de decirte a su manera que te estiman.  Otros están entrado en pláticas de esas que dicen que te extrañan. Yo digo que es el momento de dejar la fiesta porqué ya se puso un tanto porno gay y lo que quiero es llevarme un buen beso a la boca salió de la boca de una señorita, que me quiere abrazar como si nunca quisiera que me le escape.

1 comentario:

  1. es increible que el alcohol, logre transformar a quienes no se saben controlar... aunque no he de negar que en alguna ocasión fuí víctima del vómito, jajajajaaaa

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