La angustia del ser humano por
saber que hay en el fututo es tan antigua como la humanidad lo es. Siempre han
existido quién se aproveche de esta angustia para ganarse el pan de cada día.
Magos, brujos, chamanes, lecturas de cartas, lecturas de café, lecturas de la
palma de la mano, códigos secretos en libros, etc. La lista de herramientas
para “saber” el futuro pareciera interminable como interminable es la estupidez
de la humanidad en conjunto.
Nunca he creído que alguien tiene
la capacidad de ver tu futuro y es lógico nadie puede ver lo que va a pasar,
porque tú no puedes y si tú no puedes ver más allá de lo evidente, porqué alguien
si podría. Aparte cobran por este arte oculto, lo cual les resta credibilidad y
aunado que nadie que lea las cartas, o sea un vidente puede decirme con certeza
lo números de la lotería. Único evento del fututo que me gustaría saber, pues
que les crea otro compadre.
Si, juzgo y posiblemente lo hago
mal. Pero yo que soy fiel creyente del error humano tengo que respetar las creencias
ajenas sin imponer las mías. Si alguien le gusta tomar decisiones importantes según
le recomiende el tarot, o alguien cree que la brujita que sale en tele es una
persona ungida por el poder de cosmos o manda su horóscopo por mensajito de
celular, para que un escritor ocioso le prediga como será su día y eso los hace
feliz, adelante. Cada quién decide como gastar su dinero.
Yo en lo personal creo en mí y sé
que tengo un camino difícil hacia la felicidad. Creo en lo que quiera, creo en
la gente y la capacidad que tenemos todos de hacer del infierno un paraíso o en
viceversa. Sin necesidad de que te digan las recetas mágicas.
Pero no he dejado de acudir con
este tipo de eventos de adivinación por convivir exclusivamente, el más
reciente fue hace tres años por invitación de un Ministerio Público que
trabajaba en mi área en la P.G.R. Dicho agente tenía serios problemas de
comportamiento y uno que era el particular del director tenía que hacer
maniobras para que el trabajo saliera a tiempo y bien. Para que eso sucediera
tenía que limpiar asperezas y para que eso pasara tenía que crear empatía como
el equipo de trabajo, dejar que me vieran como el príncipe encantador y en
cambio me vieran como alguien interesado en ellos y el trabajo. Investigue las creencias
de mis compañeros de trabajo y la gran mayoría creía en santerismo. Una religión
donde se creé fervientemente en la adivinación.
Entonces fue solo cuestión de
tiempo que el agente me llevara como un Babalaba que es según me explicaron
como un Papa en esa religión. Dicho Papá vivía en un departamento de 4 por 4
metros cuadrados en un barrio bravo, en un departamento mal oliente de un condominio
multifamiliar denominados palomeras en esta ciudad de México.
Es respetable la creencia de cada persona, pero para empezar es una Religión llamada Yoruba (Regla de Ocha), el Supremo se llama Babalawo, y está muy claro que tú fuiste con un charlatan; tampoco son amuletos, todas "esas cosas" tienen un significado, en la Religión no se cree fervientemente en la adivinación, los Santos son exactamente los mismos de la Religión Católica, pero me tardaría HORAS explicándote...........
ResponderEliminarRespeto tus letras ´ñerón, pero si no sabes bien del tema, mejor no hables... estaría genial que cuando vayas a La Habana, Nigeria o algúno de los países en donde se practica la Religión, te informes.............