El espejo no miente, el espejo me
dice que tengo chichis. Vamos no son las de Pamela pero si podría ser como las
prominentes chichipotes de una señorita de doce años. Me supongo que he de tener un poco más que
algunas señoritas castigadas por la tendencia de la moda. Y eso me molesta un
tanto.
El estilo de mi panza de somalí,
producto de toda la flora y fauna que vienen en mi paquete culinario. Seguro me pondría bien si hiciera algo de ejercicio.
Pero quién quiere estar mamadito. ¿Cuándo
el dueño del yate es el fornido?, ¿Cuántos yates son de señores panzones y
contentos?. La tripulación es la que es fornidita.
Siempre hay que buscar un
consuelo pasado de ego para ver nuestros defectos como algo único y hasta sexy.
Si, uno nunca está feo, solamente somos extraños o tenemos una belleza
alternativa.
Pasan los años y te das cuenta
que no hay una sola desgracia que sea tan merecedora de dejarnos caer, siempre
tendremos el saborcito que queda después de los besos, un buen chiste que
contar, la falta de aire después de una sonora carcajada. Un traguito sudado
con un tabaquito al lado.
Hoy se me “hiso” tarde, la verdad
de las cosas me quedé un ratito más en casa, necesitaba esa sagrada sensación
de un despertar sin preocupaciones de llegar no muy puntual, media hora me tomé
del horario de oficina para colgar mi botiquín de primero auxilios, me quedó un
poco chueco pero el contenido de medicinas es de primer mundo. Cigarros, cerillos
y una linda anforita con malta fermentada, para cuando tenga una emergencia de
curarme la ansiedad que sufrimos los adictos.
El que esta cuartilla no me quede
como quiero que quede, es una lástima. Pero escribir es como tener sexo. Cuando
lo haces muy bien es excelente y cuando lo haces mal… no es tan malo. Tal vez
necesito un poco de inspiración posesiva o meterme en los zapatos de otro. Con suerte y tengo este fin de semana una autodestrucción
controlada.
Ya pasé el punto de no retorno. Sigue,
sigue volando imaginación nada nos detiene es esta búsqueda imparable de
invitar extraños a comer a la casa. Estamos deseando una noche sin final un Blas
a salud de los que nos quieren cambiar.
Bueno los dejo, espero encontrarlos en un bar
de esos baratos con buena música…..
Por favor sea feliz.
Pd. Para noticias que a nadie
importan,, He roto otro record de entradas. ¿Dónde estás querida editorial?
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