ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







lunes, 16 de enero de 2012

Si me invitan a una farra, cuenten con mi corazón.



Estoy en una etapa extraña en mi vida, después de morir de risa y después de miedo por la clase política de mi país, se metió en mi venas el Jeli y decidió el muy maldito hacer unos cambios en mi apariencia de John Deep para alienígenas. Y me metí a una peluquería de esas extrañas. En el interior había peluqueros, nada de locas, o de señoritas que cortan el pelo. Peluqueros rudos. Al sentarme en su silla, chasqueé un saludo propio de un señor de cincuenta años, y después le solicité me corta el pelo corto.

Diez minutos después ya estrenaba corte de pelo, al más estilo de cadete de la naval, para después caminar hasta el bolero de la esquina. Zapatito lustrado y nuevo corte de pelo, son merecedores de quitarme mi barba de convento. Y ahora tengo el rostro como popa de princesas con urticaria, pues a mis veinte y once años, me siguen saliendo de vez en cuando un par de medallas de la pubertad. Mi cuerpo se resiste a cumplir años y saca atrasado el acné que tendría que haber salido a los quince años.  

Y sentí como perdí todo mi “atractivo”, ahora parezco un abogado formalito y toda la cosa. En fin tal vez lo que quería era cambiar. Lo malo es que ahora soy víctima de las burlas pasillo de empresa, cuando camino por ahí se escucha la cancón de. “Cadete soy de la Naval”.  

Pero el sábado pasado sin importar mi nuevo estilo de cadete, algunos integrantes del club de los angustiados exiliados en la tierra del tráfico, me invitaron a una fiesta. Qué digo fiesta, fue un bacanal. Había todo lo que esperas en una fiesta, bocaditos con camarones de las aguas elidas del norte, whiskey y cualquier tipo de licor que tu gusto sugiriere y distinguidos invitados, tan distinguidos que uno se siente extraño entre tanta elegancia. 

También había muchas mariposas que es mi término no ofensivo para los Gays, había los que se presentaban como tales, lo cual se agradece. También los Gays mineros, porque bien lo dicen por ahí, que el acido descubre metales y el vino gays. Cuando están sobrios no sale la loca que vive atrapada en su pecho, pero al calor de los vinitos se trasforman en Gays muy activos. A mí ni me va, ni ve viene.  Que cada quién haga con su trasero lo que más le convenga. 

Ahora que según yo soy escritor de muy bajo presupuesto, mantengo los ojos y las orejas abiertas, para todos aquellos que puedan aportarme una linda historia que escribir. Dicen que las musas te encuentran trabajando, las mías son muy cabronas porqué siempre me molestan cuando estoy de fiesta. Solo falta poner atención en tu entorno para tener miles de personajes fantásticos para disecar en papel con tinta. Y bajo los efectos del alcohol son más interesantes, porqué de borracho a borrachos lo digo de frente. Cuando tomamos, somos como nos gusta ser. 

Por lo tanto hay que estar al pendiente de los tomados, porque de ellos puedo encontrar toda la inspiración para mi novela que ahí esta gestionándote entre mi cabeza y mis tripas. 

Cuando ya estaba muy entrada la madrugada y los invitados estaban ya muy animados, ralamente quería un cambio de música, llevaba más de cinco hora con la música electrónica, que puedo tolerar unos minutos, pero como normalmente este tipo de música no tiene letra, de verdad que me aburre, además los bites que salen de ella, como que no revocan con gracia en mi vena de Whiskey. Y claro borracho o no siempre he sido un caballero, sobre todo cuando nadie me ve. Por lo que le comenté mi deseo de cambiar de música al anfitrión. Después de decirle mi Petición, peló lo ojos como diciendo “Cómo, no te gusta la música electrónica”. Pero me dio su autorización siempre y cuando se lo pidiera bonito, al divo DJ. Pues según el argumento era todo un artista.  Hay voy a pedir aquella rolita, que me hace sentir como si la mujer que quiero esta a mi ladito. 

“Compadre, me da pena molestarte. Pero no tendrás algo de Pulp.”  

El divo, también pelo los ojos.  “Qué, ¿realmente quieres Pulp?”.
“Claro”.

“Pues no sabía que en la fiesta habría personas de tan buen gusto musical, por lo mismo solo me traje la música de cajón para este tipo de fiesta. Pero ve a el Imperial a verme tocar, porqué se ve que eres de buen gusto musical.”

Sin mi rolita, pero con el ego hasta las alturas retorné a la fiesta. Quien sabe a lo mejor es momento de iniciar a creer en mi vena artística.

Ya le platicare en otros días, como va mi vida. Y por cierto agradezco mucho la invitación a la fiesta, me lo pasé en grande y prometo seguir con el cuento de la Angustia. Sin más tonterías que decir por hoy me despido. Mando besos y abrazos.

2 comentarios:

  1. Me encantan tus impresiones. Seguramente seré una fan tuya y de tu blog. Espero que sigamos siendo "equipo" y sigamos disfrutando de tus últimos días aquí. Un placer coincidir contigo. Que vengan más historias, y más personajes fascinantes. Que, de hecho, ya no sé si es mejor que el personaje sea tal cual, o lo fascinante viene por tu aportación y suposición (Espero que no sea así). Buenísima fiesta! Un abrazo!

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  2. Cosmetologa Yazmin Avendaño Piña · Amigo(a) de ALe Pinya Bojóяquez
    Refrescante se agradece k alguien escriba asi, y no sus comentarios d lo k estan haciendo,como estoy tomando cafe, eso se m hace tan banal y superficial!!. O Los k ponen comentarios como cornejo, filosofia barata. Uppss creo k m descoci, lo tenia k decirte!!!

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