Mandar currículos vite, es otra
manera de ser hipócrita, escribir de uno mismo en resumen es llenarse de flores
o quitarse logros reales.
Por eso el día de hoy me pego la
ganas de escribir mi autentico currículo vitae por aquello de las honestidades
brutales a las que me he hecho en este año gran fan.
Querido futuro jefe laboral:
Primero las presentaciones. Soy
Felipe Gallo Korkowski nací un tres de septiembre del querido año ochenta.
Supongo que con la cabeza viendo hacia arriba y mojado por aquel sagrado
líquido, que mi madre me dio para comer durante un poco más de nueve meses. Y
es que siempre he sido medio retardado hasta para nacer. Una solo vez en mi
vida he metido un gol y uno no tiene la culpa, naci torpe para los deportes
pero fue un gran gol, no le haga caso al maestro de deportes pues le dirá que
fue puro churro. Estudiante promedio y ahora soy abogado.
Del cien por ciento que sé de
derecho, el noventa y ocho por ciento lo aprendí en la calle. Para entender las
cosas por sus causas, no hay como ser testigo de los hechos.
Sufro una dislexia galopante y ahora trato de mermar sus síntomas. Dicen por ahí las lenguas que soy buen abogado, yo digo que soy muy bueno, sobre todo en materias penales, detesto los juicios familiares y no me caen bien los jueces de primera instancia.
No falto a trabajar ni cuando el cuerpo se encuentra un poco fatigado por los excesos de la noche anterior, soy borracho profesional manejó la buena copa en el noventa por ciento de la veces. He ganado más juicios de los que he perdido y mis contratos son una chulada de arte legal.
Sufro una dislexia galopante y ahora trato de mermar sus síntomas. Dicen por ahí las lenguas que soy buen abogado, yo digo que soy muy bueno, sobre todo en materias penales, detesto los juicios familiares y no me caen bien los jueces de primera instancia.
No falto a trabajar ni cuando el cuerpo se encuentra un poco fatigado por los excesos de la noche anterior, soy borracho profesional manejó la buena copa en el noventa por ciento de la veces. He ganado más juicios de los que he perdido y mis contratos son una chulada de arte legal.
No estoy muy contento siendo
abogado, porqué últimamente quiero mandar el mundo cómodo de la corbatita para
vivir en Madrid dos meses y escribir mi novela, escribir mucho y bien para
cuando me canse pueda besar a una madrileña.
No sé porqué tengo cuestiones personales con ese pedazo de tierra. Pero falta poco para apretarme un kiwi y hacerlo.
No sé porqué tengo cuestiones personales con ese pedazo de tierra. Pero falta poco para apretarme un kiwi y hacerlo.
En cuestiones de amor, no me debo
quejarme, pero me encanta hacerlo.
En relaciones familiares soy bueno con las directas,
las indirectas me cuestan un poco de trabajo. Me gusta ser puntual porque no me
gusta robar, y ser impuntual es robar tiempo. Me equivoco mucho, pero no
suelo cometer la misma estupidez más de dos veces.
La pregunta más frecuente en mi
vida es. ¿Qué chingados es la vida? Y de lo único que me arrepiento en mi vida
es: No haber hacho más tonterías.
Me despido con los ánimos que
dicen que todo estará bien. Si gusta contratarme bien, si no lo hace lo entenderé
muy bien en buenos ánimos.
Ahí, se la lavan.
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