Dicen que los náufragos se mueren
de la vergüenza. Estamos acostumbrados a dar muchas cosas por sentadas. Como la
comida, la energía eléctrica, el agua dulce, el teléfono, etc. Que cuando
faltan estas cosas, entramos en un tipo de depresión.
Por no saber qué hacer, si estos
servicios faltan en nuestra vida, caemos en un espiral de depresión que conduce
en casos extremos en la muerte.
Igual
pasa con los sentimientos humanos nos acostumbramos rápido a tener ese cariñito
a nuestro lado, que cuando la vida se pone majadera y nos lo quita, nos da vergüenza
no poder sobrevivir sin el cariño.
Vivir es un peligro que si no lo
tenemos en cuenta, corremos el riesgo de perder el poco tiempo que tenemos.
Ayer en la mañana me encontré en el basurero un montón de tiempo. Seguro muchas
personas que lo estamos perdiendo.
El día que no tengas problemas o cosas que
solucionar ese día será el día de tu funeral. Cómo podemos salir avante en esta
aventura que es estar vivos. Siempre habrá dos posturas ante las heridas que
causa vivir. O quedarnos a lamer las heridas o salir a buscar nuevas herramientas
para bailar un vals con la vida.
Quedarte a lamer tus heridas por
tiempo prologando te convierte un en ser miserable, como para ser usado en una
novela de esas de bajo presupuesto. Es morirte de vergüenza por no ser lo que
te vendieron que serias, o por estar siguiendo planes de vida que nunca has
querido para ti. No es nada recomendable al menos que quieras vivir desdichado
o seas un masoquista trasnochado.
La otra es bailar un vals, es
decir vamos no todo esta tan mal como siento que esta, seguro hay alguien que está
sufriendo más que yo. Tengo mala perspectiva y de este golpe me puedo levantar
porqué siempre luchar será caer y levantarte. Siempre tendremos los bares, las
risas, las películas, el beso, los besos, las personas interesantes que no
conocemos, el amor en cada o de esquina o de cada esquina según se quiera. Nuca
se tendrá lo que se quiere, o posiblemente es muy complicado darse cuenta
realmente lo que quieres. En el inter disfruta el round con la vida misma, que
la pelea termina hasta que suena la campana.
Hay los dejó, esperando tengan la
semana que merece su linda humanidad. Y no sientan vergüenza nunca por ustedes
mismos que para mí son muy importantes como para que pierdan su tiempo en un
sentimiento tan mezquino como lo es sentir pena por uno mismo.
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