La pobreza no es nada linda ni fotogénica

Me piden lo profético que hay en mí, con melancolía y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos hay un movimiento sin tregua, y un nombre confuso que uso todos los días.

Me arreglo con cuatro paredes y muy juntitas, pero hay que quitarle el hierro a la vida de esto de iniciar la tarea de hacer tu pequeño patrimonio.

Si no le ves lo lindo de no saber si llegamos a fin de mes, le quitamos a la vida este saborcito de reírte de ti mismo, de tu situación. Hay días que no hay dinero pero eso no es escusa para hacer cosas interesantes. No hay por qué ser menos feliz ni conformista siempre hay que sacarle un equilibrio que de lo que tienes con lo que no tienes. Hay que sacarle el mejor provecho a todo lo que tienes y sobre todo lo puedes llegar a tener. Me buscó la vida y la vivo día a día que al final con dinero o sin dinero, la vida me la gasto completa  en cada día. 

Y aunque la pobreza no es nada linda ni fotogénica, estamos en búsqueda de la veta de oro, exprimiéndole las buenas cosas que son gratis. El aire lo regalan y con frecuencia una alegría improvisada vale más que una tristeza cuya causa es verdadera.

Únicamente cuando se pierde todo somos libres para actuar.