El cuchitril del barrigón.

Me supongo que ya he cumplido 3 años o 4 años viviendo en el Distrito Federal quién lleva la cuenta del tiempo. Cuando te lo pasas bien.

 La decisión la tome como normalmente se toman las decisiones importantes de la vida, a lo estúpido. En una alberca en Manzanillo remojándome con una princesa que no quiso dejar de trabajar en Chihuahua por su ex, por sus pesos, por sus miedos o por sus ganas de no estar todo el tiempo con el que en ese momento fue su novio.

El primer lugar donde habite fue la casa de un tía que en su momento fue la más querida, hasta que la querida de su nuera se encargó de darle al traste a los sentimientos por ella que a la fecha mantengo guardaditos en el refrigerador pero que por economía familiar he tomado la penosa decisión de exihiliarme de la familia por una temporadita.

Todo el mundo tiene el derecho a no estar, no querer estar o simplemente desaparecer sin despedidas. Pero me he desviado viví ahí siendo muy mal inquilino, el estilo de vida de conde de angora junior no me ayudaba tanto a ser soportable como arrimadito por una “temporadita”.

De repente aparece en mi vida un personaje un abogado salido de Guadalajara que lo metí a trabajar a la P.G.R., y aproveche también para buscar mi propio lugar para vivir, con pocos pesos y sabiendo que el corrido de trabajar de “torturador” estaba por terminar y que este abogado prominente ingresaría inevitablemente a la R.N. D.T. (Reserva Nacional de Talento) tendrá que ser un lugar rusticó por no decir jodido para estirar los pocos pesos ahorrados para las temporada de lluvia, de haber sabido que no era lluvia sino huracán hubiera ahorrado más pesos.

Cuál fue mi sorpresa al encontrar en una vecindad unas paredes y un techo que después seria mi hogar. El lugar databa de muchos décadas, se veía que era el lugar donde las personas del servicio de los ricos vivian. Era lo más parecido a la vecindad del Chavo del 8. Casitas sin mantenimiento,Ropa de asolear por todos lados, gatos, perros agujeros por todos lados, en fin todo un monumento a la historia nacional.

El interior constaba de un solo espacio, un solo baño bastante practico pues podrías lavarte los dientes, mientras te bañabas y hacías la que fuese tu necesidad fisiológica más imperante. Realmente estaba chico el baño o bueno lo que le decíamos baño.

Claro estaba alfombrado y quiero suponer que la alfombra fue realizada por los misma empresa que alfombro el Titanic , pues las manchas que ahí estaban denotaban muchos años de uso

Mi rumí, como se le dice aquí paso de ser una persona simpática a una persona insoportablemente insoportable y mira que lo digo yo que no soy una perita en dulce.

 Era o es borracho yo siempre supuse que también era un borracho pero después de verlo aprendí que soy una caricatura. Cuando tomaba que era casi diario se caía solito, decía puras tonterías, se ponía violento pura mala copa, nunca le vi una buena copa. Cariñosamente le puse el licenciando peditas y ahora si aprendí que me encanta el eso de tomar pero detesto a los borrachos esos que se caen y tambalean y al día siguiente destilan lo que tomaron.

Pasé muchas cosas en el cuchitril unas buenas otras malas, viajé mucho en el último en sucio vagón del metro rumbo a entrevistas de trabajo. Para hablar con abogados de esos caros que cobran en hora en dollares como pirujas caras, haciendo caravanas para poder ingresar a la vida laboral.

En fin el cuchirtil fue una especie de purgatorio donde aprendí a ser una persona.

Gracias por el Cuchutril vida mia.