Pocos días faltan para que este año pase a formar parte del mundo de los muertos

Pocos días faltan para que este año pase a formar parte del mundo de los muertos, y la verdad de las cosas, este año se porto muy bien con este tan de usted y tan de nadie Sexy y Barrigón.

No existieron noticias de muertes, el señor Cupido fue bondadoso, la mala salud se quedó estable, por fin a mis veinte y diez, me dejé la barba. Adquirí muchos conocimientos autodidácticos sobre el derecho corporativo. Fomente y nutrí nuevas amistades, recupere algunas perdidas. No pretendí eso del enamoramiento y tampoco dejé que lo hicieran. Aprendí a dejar en un relativo “orden” las aéreas comunes de mi querida he entrañable casa de la risa. Me quite el miedo de expresarle al mundo, con mi particular escritura plagada de errores ortográficos lo que habitó en mis tripas, pues las comas donde no habría que ponerlas, b por v, s por c. le dieron a esto que pretende ser un blog, su sal y la pimienta.

Me encontré con las soledades. La que te llega y la que buscas. La primera es fea pues te ves rodeado de todo y lleno de nada. La segunda, bueno es donde quieres escaparte a un rincón a ponerle gasolina a las neuronas para saber pensar, pues lo he dicho ya. Pensar en peligroso si no sabes hacerlo.

Me les pegué a personas mejores que yo. Lo que gane fue ser un poquito mejor, pues algo se me ha de haber pegado y sobre todo descubrí que hay muchas personas que merecen ser leídas, un par de buenos blog se metieron como la humedad en el corazón maltrecho pero latente toda vía que me queda por ahí.

El pasaporte no fue sellado este año, pero como me escape a buscar momentos efímeros de felicidad, que no por ser rápidos dejan de ser eternos. (Ahora si me la volé con lo petico, una disculpa). Me brincó mi hermano menor en eso de las bodas, lo cual yo agradezco, pues si un Gallo brincado en un Gallo quedado, me han quitado una preocupación. Ahí estaré dejando que la vida me sorprenda. Sin querer vivir con recetas.

Terminó este año con ilusiones, con metas, con ganas, con miedos, con tabaco, con trabajo, con estupideces, con perdón, con incertidumbres. Pero el balance general de este año, fue bastante bueno, mucho mejor que el anterior.

No puedo dejar de agradecer infinitamente su querido tiempo, para echarle un ojito a estas líneas que se hacen con todo el cariño que me merecen. Deseándoles que el próximo año y todos los demás, sean siempre mejores que los años pasados.