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Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







viernes, 10 de diciembre de 2010

LA PGR Y EL SEXI BARRIGÓN

Dicen las malas lenguas, que trabajar en la PGR, es peligroso, de locos y de torturadores, lo cual estoy en total desacuerdo, en lo de la tortura lo demás es estrictamente cierto.

Cuando mi novia de esa época decide seguir medio viviendo en Chihuahua en un tipo de Big Brother con su ex novio, que había unas oportunidades de trabajo tan buenas en Guadalajara, donde entre otras exigencias querían maestría, doctorado, tres idiomas, dominar tres lenguas muertas y contar con certificado de sangre azul para ganarte la millonaria suma de 4 mil pesotes menos impuestos al mes. Pues la decisión fue fácil, ciudad de la torta de tamal ahí te voy.

Tenía un ofrecimiento para intégrame a las filas de la lucha contra el crimen, sirviéndole a mi país en la búsqueda y destitución de personal de la Agencia Federal de Investigación. Como particular de un alto funcionario de ahí.

Del cuál sabía con certeza que es un tipo, bastante bueno como abogado, que el único defecto que tiene es ser bastante honesto es decir siempre su camino fue por la derecha, no existía negación a colaborar con tan grande maestro, que sin merecerlo me toco.

Podría hacer todo un libro de mis vivencias en la PGR, pero por motivos de este blog de ustedes, creo que será mejor platicar únicamente mi primera semana.

Así lo fue, estaba de particular, en donde unas de mis actividades consistía en tener cuidado al personal, 24 Ministerios Públicos y aproximadamente un monton de Afis. Tenía que llegar más temprano que lo demás para pasar lista y todas esas lindas cosas que al final del día, dan como resultado que te ganes dos o tres mentaditas, eso si nada personal.

Cuando mi jefe me exigé, que le exige a un personaje que mide aproximadamente unos tres metros, moreno como una noche sin luz, con una cicatriz en el lado derecho de su boca, que en vez de risa tiene un cierto tipo de quejido, su cuello lo adorna una bella santa muerte de tamaño natural, sus dedos llenos de anillos mágicos, y de seguro tenía un collar con orejas humanas escondido en su casa. Ha claro cómo olvidar esa pistolita, con balas mata ballenas decorando su cinto piteado que de hebilla tiene la cara de un demonio, con todo y sus ojitos de rubí.

Pues ahora si como dicen en el argot me daba un pánico, tan grande que le perdone mil retardos, bueno con decirles que falsifique tres justificantes médicos. Pero la situación no podía quedar así, tenía que imponer todos los kilos de este tan de usted y tan de nadie Sexy y Barrigón para hacer respetar la normatividad.

Por lo tanto, pues nada lo invite un día a comer, y entre tanta platica descubrí que era un gran tipo, un poco salado con las mujeres, un poco salado con los trabajos, los amigos, en fin la verdad de las cosas fue,  que era mi vivo retrato pero en otra persona. Cerramos el trato cuando descubrimos que a los dos nos gustaba Sabina.

Acabe con un apodo nuevo el cuál rezaba príncipe valiente, por mis greñas y el otro, le puse el chiquilín, y nada menso uno, lo nombre encargado de la lista de asistencia. Y ahora si nadie   me llegó tarde.

Se despide este Sexy y Barrigón



















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