En el país de los rubios el “werito” es el Rey.

No decidí nacer con este color de pelo, pero me ha traído muchas experiencias de vida, con sus disgustos y gustos por haber sobornado algún ser celestico para que me tocara este rubio cenizo, graso, como terminan las servilletas del Kentucky Fried Chicken, ¿Que le hacemos? Uno no escoge el estuche con el que lo mandan a este mundo.

Mis primeros recuerdos de la infancia, tiene que ver con mi color de pelo. Me acuerdo perfectamente estar horas y horas en la alberca, para terminar con el pelo morado, Literal morado, por el cloro me supongo que era. Pero cada vez que me lo veía, yo tenía horas y horas de imaginación infantil juraba que se ponía morado porque era un marciano, perdido en este mundo. La cosa es que después de ver los titulares de los periódicos, las revista del corazón y la de sociales, sigo sintiéndome marciano.

Una ventaja de ser rubio, ocurría cuando mis amigos y yo nos colábamos en algún hotel de 5 estrellas para aprovechar las instalaciones. Los de seguridad siempre corrían a mis amigos, y a uno como lo veían como un gringo cualquiera, pues me respetaban, sin preguntar el número de cuarto en el que estaba hospedado.

Una gran desventaja, es el racismo del que he sufrido en mi querido país de origen, pues el termino werito se aplica para todos, entonces cuando me ven realmente werito, el apodito no me lo quito ni con abogado y eso que soy abogado.

También me ha pasado que cierto tipo de personas me ven con resentimiento, con odio, pues parece que ven al autentico gringo que robó las Californias y Nuevo México.

O cuando voy de fiesta a la mar, al salir de los antros todo el personal policial me catea todo, en busca de algún tipo de droga. Me recuerdo aquella vez que estaba de tianguero vendiendo ropa usada, y la autoridad me pregunta quién te dio el permiso de vender, Y yo que ya había pagado mi cuota a “un tal Wero”, le conteste al wero, el policía me ve con odio y dice. “¿Cuál wero? aquí todos somos prietitos”. Y toda mi mercancía se la llevaron.

A, pero no todo es malo, por ejemplo un día caluroso en el centro de Guadalajara una de estas monitas edecanes, me quería dar un panfleto, y cuál fue mi sorpresa cuando me dice” Huy te daría el papelito pero como no hablas español, pues ¿para qué?. Y que lástima porque estas re chulo werito”. Yo no podía dejar pasar la ocasión para decirle gracias guapa. Ella se puso colorada como camarón recién sacado del agua caliente.

En fin, unos de los males fue tener que ser testigo de cómo lo lancheros, tenían todas las extranjeras que se querían divertir con los locales, y uno como el chinito solo me quedaba “mirando”.

También de risa, pues mi primer día en la universidad, me dice un tipejo con voz de autoridad que normalmente son los más idiotas: “¿Sabías que está prohibido en esta escuela, que lo hombres se pinten el pelo?” yo me le quede viendo con una cara de que estúpido estas. Y claro le conteste pues bien por usted, que bueno que me dice porque quiero pintarme el pelo de negro tormenta. El me dice, pero tú te pintas el pelo, porque es rubio y tu ceja es obscura. Querido lector, por suerte que había un doctor ahí, para que le explicara a este sujetito, lo que es un albino.

Pero mis fans, mis sobrinas, estas si me ponen de buenas, pues el rubio me ha hecho  hacerles creer que literal soy el príncipe Felipe, el galán de la bella durmiente, lo malo es al parecer que la bella durmiente, sigue jetona la maldita y uno con su pesar.

Total, es mi pan de cada día y el de usted?

Se despide este tan de usted y tan de nadie Sexy y Barrigón.