ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







viernes, 3 de diciembre de 2010

Este no puedo ser yo, tiene que ser mi doble.

¡Estoy asuntado¡ ¿En dónde estoy hoy?, ¿Esto real o lo estoy imaginando?¿ Cuando me desperté dejando de ser indiferente?.

Me caí en la regadera, me puse alerta para el día, desayune un café, mientras terminaba mi cigarrillo, me acorde de esa niña que dejo de contestarme, mientras afuera el ruido de los autos que recorren las calles que alguna vez fueron canales, interrumpieron mis ideas melancólicas.

El eco de mis pasos al caminar se interpone entre los gritos de los papeles que anuncian la muerte de un ladrón a manos de la policía, sentimientos encontrados. ¿El crimen avanza? o ¿siempre ha estado ahí?, ¿Qué necesidad de robar?, ¿Qué necesidad de matar?. Las ganas que tiene la humanidad de auto extinguirse me asusta cada día más.

Un sonido de aire, anuncia que las puertas del camión estas abiertas esperando toda mi humanidad para compartir el viaje con otras personas, tan comunes, tan desconocidas y su vez conocidas, al parecer todos vamos hundidos en nuestros propios pensamientos. De vez en cuando bajan unos y su espacio es llenado con otros personajes de la vida cotidiana citadina. Bendito anonimato debería ser el lema de esta ciudad.

Quiero enamórame, pero no quiero cambiar, o la menos no cambiar por alguien, sé que puedo ser destructivo, puedo ser un completo imbécil y cosas peores también. Tal vez el detonante necesario para querer cambiar sea que alguien me quiera cambiado o no. Esta idea de tintes sentimentales es interrumpida por la razón. Me grita mi Pepe grillo, que reestructure mis ideas, así como los tabacos tienen leyendas fatalistas de salud, deberían poner anuncios que adviertan que pensar es peligroso si no sabes hacerlo.

Intento saludar a todos mis compañeros de trabajo, quiero demostrar que tengo entusiasmo, pero el intento queda en un tal impersonal “Buenos días”.Hay días en los que cuesta estar atentos de los demás. Días grises le nombran los que saben acortejar a las musas.

Otra dosis de cafeína, requiere mi hipotálamo, lo consiento esperando que dicha sustancia mágica legal entre en el torrente sanguíneo y despierte al sexy y barrigón.

No hay resultado, se me olvido en la casa el humor. Tranquilo mi jeli mañana será otro día.

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