Tacos dorados o blanditos.

Ya lo dice muy bien mi querido amigo Joselito en su blog “Crónicas Expatriadas: La era de las Kardashian, Big Brother y X Factor”, cuando cambias de aires. Aprendes una cultura distinta, hábitos de personas extrañas. 

Yo me he acoplado casi a la perfección a esta ciudad que con cariño he denominado “mi cloaca favorita”. Viajo en metro, metrobus, en taxis y taxis piratas. Todo menos peseros, esos a la fecha me dan pánico. 

He visitado mercados y museos. He asistido a obras de teatro, fiestas de todos los rangos sociales. Bares fresas, bares ñeros, bares ñerisismo, despachos contables (dance), antros ridículos de cinco mil pesos la visita. Restaurantes de todos los colores y precios. 

He sido testigo de pistas de hielo en el zócalo cuando no hay agua en muchas colonias, “playas” y muchas otros actos proselitistas que cumplen aquel precepto romano de “pan y circo”, bueno sería aquí “PRD = circo” que es casi lo mismo. Pero no podría decir otra cosa que no fuera gracias a esta Ciudad de México, que ha sido amable con mis huesos incrustados de nicotina. 

El ser rubio de rancho me ha ayudado a camuflarme muy bien en esta ciudad, cuando estoy acicalado las personas adineradas me aceptan como igual, cuando me visto de civil soy bien aceptado con la banda alternativa y cuando me visto de abogadito con corbatita parezco uno más de los miles que trabajan en el arte de la burocracia.   

Es tan drástico mis cambios de trapitos y de estilo que muchos de mis vecinos me han preguntado por mi hermano que es como de mi edad, pero siempre sale despeinado con cara de trasnochado, no como tú que sales de corbatita todas las mañanas.  Me ha confundido con migo mismo, no sé si sea la cantidad de Cannabis que se meten o de plano si doy un salto radical del estilo de secretario de gobernación al estilo quiero ser vagabundo. 

Así es mi estilo de vida un poco de Camaleón otro tanto de Chacal. Pero hoy en la mañana hubiese cambiado todo el argot de esta bella cloaca favorita con todas sus luminarias, con todo y su linda Paseo de la Reforma, la alternativa Condesa, mi principado en Tacubaya, las antigüedades de Tepito y de Álvaro Obregón por un taco de barbacoa de res estilo Jalisco, dos blanditos y uno dorado acompañados de su respectivo consomé. 

Si alguien viene de visita a la hermana república de las tortas de tamal con champurrado, de quesadillas sin queso, y del epazote. Le doy un tour por esta ciudad a cambio de la mendiga receta de esos tacos. 

Tengan ustedes un bonito martes. Se despide este tan de usted y de nadie Sexy y Barrigón.