El Joaquin.

Mi familia Gallo es tan grande, como lo fue el cariño del abuelo Joaquin por la abuela Pita. Dentro de su matrimonio existieron muchas noches de cariño y fruto de eso encargaron varios pollitos. Nadie me cree que dentro de la familia Gallo tenemos todos los tipos de profesiones, todos los tipos de personas y somos tantos que uno se olvida en número exacto de parientela que somos. Lo que si les puedo decir que a todos se les quiere mucho y se les quiere bien, al menos eso digo yo con toda la verdad entre los dientes. 

Me gustaría hablar de cada uno de ellos y dentro de las posibilidades lo intentare, pero tendría que vivir dos veces para presumirles a todo el gallinero.

Pero hoy a santo de quién sabe qué, me acorde del buen Joaquin Gallo Perez. Y es curioso este personaje que me tocó como primo y amigo. Es bastante generoso, caballero rayando en dama por sus buenos modales. Cada que platico con él siento como el pecho se infla de orgullo del tipo familiar. Mi Primo Cuaco desde chico fue grande, sus estudios los vivió con rapidez, estudio la preparatoria en dos meses, la carrera de derecho también en tiempo record. Y su tesis es una de las más divertidas y honestas en el mundo de las leyes, en ella afirma que el Juez de Plaza de Toros es autoridad. 

Una vez que fue abogado se nos fue a tierras españolas a darle a su sueño de ser rejoneador y lo ha de haber intentado hasta que las palmas de las mandos sangraran, porqué es terco, como todos deberíamos ser cuando perseguimos los sueños.

No regresó de España con apoderado taurino, pero regresó vendiendo caballos finos y la cantidad de productos de campo que a usted se le ocurra. Dicen las lenguas que en más de una ocasión ha emborrachado a dos o tres grandes figurines de la vida política nacional y como no creerlo si mi primo no tiene edad y puede ser amigo de quién sea, personas importantes y no tan importantes como yo.

Cabalga por la vida como los kiwis bien puestos, no se detiene a investigar si se puede o no se pude, el hace que se pueda. Nuca olvida su sangre, ni donde viene y siempre sabe lo que quiere, no se cansa de dar y he sido testigo que lo da todo sin esperar que su cariño sea correspondido. Y yo le digo que es bueno tenerlo en la familia, pero es mejor tenerlo de amistad. 

En hora buena a sus Padres por este buen ejemplar de la ganadería Gallo.

Saludos.