ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







martes, 13 de septiembre de 2011

Termino el lunes o el termina conmigo?

Cuando decides ser abogado, nunca te dicen el múltiple estrés que produce la palabra “termino”. Para aquellos que no son abogados me explico. Termino es cuando el Juez aquel personaje que decide quién paga o quién no, quién va a la cárcel o quién no, que abogado en un chingón y quién es un estúpido. Decide que en tres días tienes que decirle unas palabras sacras, o entregarle un papelito o alguna que otra estupidez. ¿Qué le podemos hacer? Nuestro sistema jurídico procesal es pesado como una vaca trepada a una locomotora, caminado al paso que le da la gana no es más que otra forma del impero del gobierno, ese mismo que se creé Dios y como tal hay que darle sacrificios humanos.


Corría el lunes insípido, lo peor para mí fue que inició a las tres de las mañana, dicen que es la hora del demonio y carajo que lo fue. “Es que no te amo” “te quiero fuera de mi país”” agrarararar” “estamos pedos y no quiero discutir” “no me vuelvas a pegar” fueron los gritos salidos de un par de gargantas posesas por el espíritu del vino y los demonios del desamor, entre modorro y malhumorado me desperté pensando que había dejado prendida la tele como siempre lo hago en un programa tipo el Show de Cristina, o Laura en América pero no, los gritos venían de afuera , mis nuevos inquilinos estaban montando todo un espectáculo de gritos. ¿Qué hago? ¿Me levanto para decirles que no me jodan las pelotas y que se callen? ¿Tomó? un martillo con el duermo últimamente y les doy en la cabeza para ser misericorde y terminar con su sufrimientos sentimentales. Opté por escuchar toda la discusión y agradecer profundamente que no fuera yo al que gritaban o el que lo hacía. Pero esperen un momento tengo que retomarme a él Domingo por la tarde.

Estaba en una sillita cómodamente sentado, cuando una rubia un poco generosa de carnes estaban recostada en el suelo con las piernas abiertas vestía unas licras del año 1980 translucidas que no si sé por cachona o loca me enseñaba toda la entrada a su vagina , después varios tipos decían como se habían muerto. Estaba yo en una obra de teatro alternativa, he de confesar que fui más por cumplir que por gusto, pero realmente me gustó y mucho aquella obra teatral contemporánea, no por la rubia aunque he de agradecer el bajo presupuesto en el vestuario. Pero se me hizo excelente por toda la trama que podías mamar de la puesta en escena, algo muy familiar. Claro está estúpido esta obra fue dirigida como la noviaesposa de mi biógrafo. Imagínense mi orgullo cuando comprendí lo que los actores hacían, vamos me sentí todo un crítico de arte. Me lo pasé fenomenal y hasta un poquito culto me sentí. Tenía unas ganas de robarme el escenario como un actor más y decir: “yo me morí en el baño, el tamaño de mi mierda fue mayor a la que mi culo podía expulsar. Si así es acumulé demasiada mierda en mi vida” sé que hubiese sido un actor de primera pero el escenario cuando no es tuyo hay que respetarlo.

Cuando la obra se ponía lenta observaba al conjunto de almas que estamos ahí presente, entre la poca luz sumada con la poca “buena” genética que tenemos los mexicanos, creí que me encontraba en una convección de los fanáticos de las guerras de las galaxias, vamos está bien ser alternativo pero ¿porqué? diantres se visten tan extraño, ó el extraño seré yo. Mejor no hacer preguntas que no quiero contestar.

Terminó la representación de las cosas que se rompen, a la salida una jipi encargada del lugar me entregó una papeleta donde se me pedía mi opinión de lo que había visto, tenía la cara chiquita y le resaltaba muy bien un arete de pluma de pavorreal, los pantalones los tenía muy ajustados resaltando en forma perfecta un culito circular. En otro tiempo le hubiera pedido su teléfono, pero estos tiempos ya no son los tiempos de buscar una alma que acariciar en las tardes de domingo. Pero al ver toda su figura me acordé y no sé porque de mi Pariente querido que me quiere, al menos eso me dice. Pero desde que lo conozco le duele todo mi ser, mi risa, mi hambre, mi presencia, mi vale madrismo, en pocas palabras mi existir. Muy seguramente a él le hubiese encantado hablar con la encargada del centro cultural, pues ya le toca conocerla por sus medios.

Quería escapar del lugar como siempre lo hago sin despedirme ni dar información. Siempre he adoptado esta costumbre de fugarme sin decir nada. Malditas personas, son adictas a las explicaciones.

Caminando en la Condesa que no es otra cosa que unos laberintos de calles circulares muy parecida una a otra con cafecitos y barecitos por todos lados, perros y bicis. Es la capital de los alternativos o los ecologistas fresas de esta ciudad, un mundo que siempre se me ha hecho extraño, basta con acudir un viernes a la calle Tamaulipas para sentir lo que E.T. ha de haber sentido cuando bajo de la nave.

Y para no perder costumbre me perdí, después de curar mi sentido de orientación llegué a caminado a la casa, mis vecinos tenían fiesta por el fin de su temporada de teatro, entré como perro por su casa observé el panorama y no sé si por mamón o mandilón, me dio toda la hueva del mundo jugar al extraño o al alternativo, me retire a mi casa con un vaso rebosante de Whiskey que alguna buena alma llevó, seguramente no noto tremendo pegue de su botella que le tome prestada. Pero tenía más ganas de ver otra narcoserie colombiana de televisión, no sé cuando caí dormido pero si sé que me levantaron a las tres de la mañana aquellos que pierden calma por el amor.



El despertador sonaba con un timbre de la chingada cada cinco minutos lo apagaba y la maquinaria de mis sentido del deber lo prendió otra vez, ya es lunes me gusta que lo sea porque es señal que el día más lejano de la próxima semana. Camino al trabajo recibo un mail de mi socio me anunciaba dos noticias una muy buena la otra de la chingada. La primera es que había cedido su voluntad a sus ganas de autodestrucción estaba de en Holanda así de la nada mando todo a la mierda. Su trabajo, su novia, sus amigos, su entorno. Eso me da envidia, eso son los cojones que ando buscando por ahí. La otra es que me dejaba un término judicial,¡ hijo de su pedorra madre¡.

Cuando yo entregaba términos judiciales siempre lo hacía en la oficialía de partes común, es una vitrina como esas de circo de feria en donde exhiben rarezas de la naturaleza. El hombre lagarto, el perro de 20 patas, la mujer barbuda y esas cosas. Pero en los juzgados exhiben funcionarios públicos con mala cara, secretarios que leen lo que no es para ellos pero igual fenómenos de circo. Me tranquilice eran las nueve de la mañana y tenía hasta las doce para llevar el mentado papelito a las manos del juez por conducto de la vitrina de fenómenos.

Terminé mi jornada laboral, después de haber visitado las embajadas de Alemania y de Portugal. La primera para ver cómo va mi trámite para hacerme insoportablemente alemán, la segunda por trabajo. Al sacar mi cartera me di cuenta que no tenia lo suficiente para el taxi hasta la penal que queda hasta donde las ondas de la alegría llegan encabronadas, pero tenía el papel con el termino en mis manos, el peso de la justicia me hacia encorvarme. Hay que cumplir como sea, como sea querido mí mismo podrás ser de todo lo se habla de ti, pero siempre profesional, jamás darás la espalda al gusto de ser abogado.

Ante la falta de dineros tendría que acudir otra vez más al sistema de trasporte público que ofrece la ciudad de la torta del tamal. Indicé en la estación Tacuballa un mar de personas, no hay espacio para nada, bueno solo para entrar al vagón del metro y rezarle a los santos que no te toque un maricón atrás de ti de esos que les encanta arrimar el camarón. Mis oraciones fueron escuchadas no me toco marica esta vez me toco una alma que se le caían los punes. Sabía que era él, el del bigotito virgen con mochila. El ñero me traía oliendo todo su desayuno y su comida, los tlacoyos, las flautas de pollo de tres días, todo los olores de su proceso digestivo quemándome los pelitos de la nariz. De Tacuballa a Duraznos de Duraznos a otra estación, y de ahí a tomar un tren ligero. ¿Ligero? de dónde, si es una réplica de los trenes nazis para entrar haces una fila como la de los Piratas del Caribe, custodiado por guardianes panzones de la Ley. Pero alcance un espacio, por fortuna platiqué con un señor que se le veía en la cara su profesionalismo en esos medios de trasporte cada estación me decía: “ahora la salida es por la derecha pégate a la izquierda”, “yo me bajo en la que sigue a ti te faltan tres werito”. Agradecí mucho las buenas almas que la vida te hace conocer, no pregunté su nombre tampoco preguntó el mío. No tenía caso no nos volveremos a ver.

Por fin la estación de la Noria, Ahí escoge un taxi que no se vea tan gañan y que te trepe a los jugados clavados en una montaña. Primero di a que vienes a un juzgado a las diez de la noche, después pregunta por la oficialía de partes. Y ahí todo se fue al carajo en la Ciudad Capital no hay oficialía de partes común.

De suerte estaba el secretario que quiere ser mi amigo, pero para que eso pase tengo que besarle su vestimenta de súper secretario del Poder Judicial, cosa que por nada del mundo hare ya tengo demasiado amigos extraños como para hacerme de uno más. Platica de abogados problema resuelto y hora habrá que presentar otra vez el mendigo término. Antes de que el termine conmigo.

Lunes otra vez, y hay que llevarlo un minuto a la vez.

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