La central de observatorio.

Sales de la central camionera, y eres atacado por un mar de personas, todas iguales, todas diferentes, se pelan por un pedazo de tierra, todos sus rostros señalan hambre por llegar temprano a ningún lugar , todos con la prisa de entrar al vagón del metro en completo anonimato, una voceadora anuncia una muerte trágica de alguien parecido a ellos a un lado del mar de sangre una belleza femenina de curvas pronunciada y pechos generosos mujer que jamás han de tener pero el muerto y la chica te la venden por tres pesos.

Mochilas de todos los colores prendidas a espaladas danzan al ritmo que hace la chusma al caminar, mochilas que en la infancia estuvieron vacías de libros y por eso ahora están llenas de herramientas para ganarse el pan y el atole que apacigüe el hambre del día, si la jornada no fue bendecida por la cómoda clase media a dormir encima de cartones pasando frio y hambre pero con el tiempo suficiente para llegar primero a la selección de la mano barata que construye las casas y los caminos que en su lugar natal jamás han de edificar. Si caen unos pesos al bolso habrá que esconderlos con cariño para llevarlos al pueblo y compartirlo con los queridos.

El pulso de la ciudad en quien día a día carga con sueños rotos y los ácidos estomacales esos mismos que producen el hambre. ¿Quién es el culpable? el gobierno que sistemáticamente mantiene a el grueso de su pueblo en la ignorancia, la iglesia que les vendió que Dios ama a los jodidos y detesta a los ricos, el alcoholismo hereditario, la falta de escuela en el pueblo o la hueva que da vivir. No sé bien quién sea el responsable de la miseria del pueblo, podría acusar a todos y seguramente ganaba el caso.

Dinero gastado a manos llenas en programas sociales que solo mantienen al jodido y al huevón. No te angusties querido mexicano, el gobierno medio te mantiene en casitas de interés social de dos por dos metros, medio te da de comer con alimentos de mala calidad subsidiados, si eres viejito también medio te da unas monedas, si eres campesino te ha de regalar dinero para que puedas empedarte y golpear a tu mujer jamás te pedirá resultados, medio te mantiene contento con espectáculos que hacen que se te olvide tu miserable hambre y mientras tu medio vives de fiado los representantes del pueblo están regalando un millón de cueros de rana, a los niños panzones de Somalia sin importar que su país también existan niños panzones de tanta lombriz solo que de otro color, pero niños desnutridos al final.

Los muertos que se hacen cotidianos se amontan despedazados por todo el territorio. Si lo mataron fue por narco o por lo narcos,¿ Y los huérfanos? a crecer sin más que hacer que mantener a los que los dejaron huérfanos.

Sea como sea, ¿a que le tiras cuando sueñas mexicano?, yo terminó mi desayuno de central y me integro al mar de anónimos.