No hay palabras que me hagan sentir menos de lo que soy.

He dado a las personas que quiero cuatro mil golpes contra la pared. He fallado muchas veces y creo que me faltan muchas más. Pero lo que no he podido hacer es dejar de esconder todo el dolor que causan las reclamaciones que considero desproporcionales al delito. Es decir e intento explicarme.

Cuando cometes un error de esos que son incomprensibles para los demás, de esos errores que  causas molestias o dolores para los demás, que no son otra cosa que el resultado de tu actuar cotidiano. Hablo de las estupideces que sabes que vas a cometer una y otra vez. Hombre estoy de acuerdo que hay que cambiar las cosas que molestan de ti para y hacia las personas que quieres, pero hay cosas que por despiste por enfermedad o porque así eres, las haces una y otra vez más.

Pero cuando te reclaman y la persona que lo hace, pierde la cabeza en el momento y te escupen palabras acomodadas por la ira del momento, estructuradas de tal manera que son una arma de destrucción masiva para tu autoestima, que si estoy de acuerdo has hecho daño, pero un daño muy menor al que causa la ira acumulado que las personas suelen guardarse para sacarlas con la puta maldita gota que derramo el vaso. Que sin previo aviso te mandan a la lona y al restregarte los demonios que cohabitan en ti, sientes que has defraudado que eres una especie de hijo del terrorista más maldito de Al Quaeda con la mujer más mala que ha pisado la tierra y tu negocio consiste en vender órganos de niños en el súper mercado.

Dicen que aconsejar es una forma de nostalgia, pero yo ya me llegue a cansar de este tipo de ira acumulada por las personas que quieres. Yo aprieto los dientes en el momento de la discusión, aguanto las estaciones de la vía dolorosa, trato de pensar en lo que sea, bloqueo y mis respuestas solo son los tremendos y “profundos “ ok lo que digas. Sé que tienes la razón. Pero en el fondo me comento: No soy el diablo que me pintas y tampoco el Charrito cantor que me siento que soy. Soy una persona plagada de defectos  y virtudes también, si tienes algo en contra de mi actuar me lo dices con cariño en privado porque si se trata de gritar y perder la cabeza no causa efecto, solo un resentimiento profundo de esos que se plasman en el corazón y van dejando huecos que son difíciles de tapar hasta con mil sobreros.

Corrige en privado y alaba en público es la receta para ver cambios en los errores de los demás y al final hay que considerar tres veces en ponerse en los zapatos del otro para entender que carajos pasó para ese resultado. ¿Vale? la pena los platos sucios, la angustia de no saber que paso, el sentir que eres muy importante y que no se puede faltarte al respeto siendo como son las personas. Para desahogarte de manera que lo hacen los cavernícolas a gritos y dejar marcas de resentimiento en lo demás. Lo dejó a su criterio querido lector.

Palabras hirientes inspiradas por la ira de las personas que quieres mucho, dichas o recibidas crean saldos por cobrar he inmediatamente quieres aventar el sapo a las otras personas y eso si que es un injusticia como el juicio a Kalimba.

Por lo tanto he creado un escudo protector contra esta enfermedad de las personas que quieres y pierden la cabeza. Es aprender a usar las neuronas que me quedan para cuestionar todo en contexto, a saber que la persona está enojada muy enojada con razón o sin razón. Pero si tiene razón no le da derecho a darte en tu autoestima que el ser humano tiene muy jodida por lo general, como para que las personas amorosas te la acaben más. Dejo los zapos que me dicen tirados en la calle por si algún día los quiere recoger algún masoquista, me quedo con lo bien que quiero y lo bien que me han hecho las personas que quiero y que jodo sin querer.

 Que pierdan la cabeza me hace lo que el viento a Juárez. Si mi actuar falla lo lamento solo soy humano pido perdón reparo lo rato si se puede reparar. Porque un alma rota no tiene manera de curarla.

No hay palabras que me hagan sentir menos de lo que soy.

Se despide este criminal. mata amigos, terrorista de la ortografía,  pero con una autoestima asegurada por la persona más importante mí mismo.

Atte

El tan de usted y de nadie Sexy y Barrigón.