ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







miércoles, 9 de febrero de 2011

Malditos poetas me faltaron esa noche.

La noche engalanada con música diversa, que sale de las bocinas de un Ipod el cual chupaba energía de una batería de coche con aditamentos comprados seguramente en le gabacho que trasforman la corriente de auto en corriente común para aditamentos del campista del siglo 21.

Sentando en la arena fría, con mi torrente sanguíneo un poco intoxicado por el burbon. Sentía como este recorría todo mi “cuerpecito” desde los dedos de los pies incrustados de arena de aquella playa sin rastros de querer ser domada por los grandes consorcios turísticos. Hasta la cabeza que recibía unas olas de calor salidas de aquel agüero en la arena con maderos quemados. Quedaba nada más las brazas con un rojo tan vivo que pareciera que en cualquier momento el fuego quería cantar con nosotros aquel reggae que acompaño la noche. A un lado los restos de la langosta que fue devorada con fervor, hasta la carnita de las patitas perdió aquel noble animal horas atrás preparada por un personaje que nos acompaño en el viaje el Chef lindo apodo que me gane pues me esmere en consentir a mis acompañantes campistas con dos tres platillos culinarios. Del otro lado el típico vasito de plástico rojo rebosante con más burbon queriendo entrar a la fiesta que estaba adentro de este tan de usted y de nadie Sexy y Barrigón. De la nada subí la mirada al cielo como queriendo agradecer a un Dios lo bien que se estaba portando cuando todas las estrellas salieron a saludarme, veía todas las constelaciones, hasta las que no sabía que existían. Un espectáculo cósmico de pequeñas casualidades de planetas y estrellas tan lejanas que esa noche daba señales de existir o de haber existido. De la nada una señorita en traje de baño me abraza por atrás no sé si por el frio o por las ganas de compartir aquella noche. Malditos poetas me faltaron en esa noche con su cualidad de cambiar palabras por sentimientos.

Esa noche me di cuenta que era realmente feliz, que no importaba lo mal administrado que soy, mis defectos, mis miedos, que no sé si exista un cielo querido o un infierno merecido, que de vez en vez me salen granos por la nariz, que me privaticen parte de mi corazón Que hay días que me tengo que reír para no llorar, el sabor amargo que dejan ciertas cosas en la vida. Que los gringos quieren invadir mis tierras que porque somos los traficantes y ellos los consumidores. En fin todo eso lo dejé a un lado ese día me di el lujo de saber que soy feliz por lo menos en esa noche no me importo nada. No será que todos los días esconden un poquito de autentica felicidad . Por el momento me he de conformar con el agrio que esta el café de la oficina. Y darle todo para adelante.

Tengan todos un ratito de felicidad el día hoy la tiene, solo hay que buscarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario