Más sí osare un extraño.

No hace mucho me encontraba en un cumpleaños de un amigo de esos que esta tierra generosa me ha otorgado. Todo el código penal tipificado estaba en tal lugar, droga, alcohol, ilegales etc. Gracias a la educación que he recibido he aprendido esta extraña manera de vivir metiendome a nadar en aguas negras y salir limpio. He declarado no meterme nada ilegal al sistema, puedo tener muchas razones coherentes pero aquí "entre nos" mi tendencia suicida favorita es flotar en whiskeys cuando al día siguiente no se labora, el tabaco y la droga perfecta que es la cafeína. Por lo tanto no necesito otra más.

La fiesta estaba en su apogeo cuando de la nada llegaron estos modelitos extranjeros con todo y sus ganas de drogarse no puedo mentir son personas físicamente “bonitos” y bonitas. No tengo nada en contra de ellos, si sé muy bien lo que es estar lejos de aquel lugar que consideras hogar. Lo que me molestó mucho aparte del ambientillo un tanto denso, fue la entrega total y absoluta de muchos de los poco mexicanos que estábamos en ese lugar. Los veían como seres salidos de otro planta. México recibe a todos con los brazos abiertos dicen por ahí y en ocasiones hasta con las piernas abiertas.

Han de disculpar mis observaciones. Pero los extranjeros se quejaban de México de una manera muy injusta. Que tenemos nuestros demonios como país, estoy de acuerdo, que somos muy corruptos, no en todos los casos pero si. Que somos feos, si estoy de acuerdo “havemos” muchos feos pero también hay personas muy pero muy guapas. Pero no puedes quejarte de esa manera del lugar que te está dando de comer al menos eso creo yo. Si me sentí niño héroe pues defendí a mi patria de las embestidas de comentarios negativos hacia mi país y por poco corro la misma suerte de Juan Escutia, pues por nada me avientan de un sexto piso por "aguitarles" la fiesta.

En tres años de estancia he sido testigo de este fenómeno muchos bares contratan a estos personajes llegados de sur América. El colmo fue en uno que me di cuenta que en la primera mesa había literal puras modelitos de esas que te ven feo cuando te ven pobre. Pero después de unas pláticas una de ella me confesó que les pagan por estar ahí. Y yo que creía que solo Disney te vendía cuentos ahora resulta que los bares también. No tengo nada en contra que México sea un lugar que reciba a todo Dios para hacer su pequeña tierra de oportunidad.

Lo que no me gusta es que les demos preferencia a los extranjeros solo por el hecho de serlo, donde quedo la justicia porqué el mexicano come mexicano. En fin sea como sea que viva México.

Se despide este sujetillo autodenominado Sexy y Barrigón.