Dice en la Biblia que cada cual busque entre los suyos, y yo que soy ateo gracias a Dios lo confirmo, en esta ciudad he encontrado muchos de los míos.
No me iría por los amigos y mucho menos por los enemigos. No me iría porque este ciudad es mía, ¿cómo podría dejar lo que es mío y me pertenece?, Al irme, dejo lo mejor.
Todavía le falta mucho al árbol de monedas que planté en el patio en la casa de la risa, mi digestión ha sabido procesar la grasa frita de la manteca de las delicias chilangas y aquí tengo que construir el significado de ser Sexy y barrigón, que nada me detenga, ni el anhelo de retronar a taptilandía ciudad que tanto quiero, ni los robos, ni la frivolidad de los ambientes de las personas “nice”, ni los arrejuntones en el metro bus, ni los sudores compartidos del metro, ni el caníbal de la guerrero, ni la mata viejitas, ni el asesino del metro Balderas, ni la bodas “gays”, ni los imecas que consumo, harán que cambie de parecer.
No me voy de esta ciudad porque me queda grande, y estoy aprendiendo recién a merecerlo.
En pocas palabras me ánimo. En mis peores crisis, he aprendido a querer y valorar a las personas y las cosas; que en momentos "Normales" no la sabia apreciar. Ciudad de México mi cloaca preferida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario