EL CONFESIONARIO

Como mi alma necesitaba de comprensión y de redención.Me levante temprano, me baño, tomo café, me alisto, y entre tráfico y ruido voy haciendo una lisita de mis pecados favoritos, que en resumidas cuentas podrirá decir: “Padre del uno al diez todos”, deme mi penitencia a plazos no?. No pero no puedes tienes que dar detalles, mira que conveniente pobres padres lo que tiene que escuchar, pero ya lo había decidido ese día saldría con mi alma limpia.

Total llego a la iglesia, bastante elegante, perfumada de olores sacros, monjitas de la caridad, viejitas con su velo negro, y sin prisas pero con mucho miedo me metí al confesionario, “Padre me acuso de…………………………….., y de ………………….. y figúrese que la vecina……………………… y que…………………….. y yo que……………………… y total también el otro día ………………………….., pero como me gustó y pues……………………………………… y más y más. Terminé con una súplica padre que hago?.

No saben la felicidad que me dio estaba perdonado por Dios y recibirá un consejo gratis, Pero aquella experiencia religiosa fue interrumpida por un voz que me comento, “Perdón joven pero a mí su vida me vale yo sólo estoy barnizando esta madre”.

Y desde ahí a terapia psicológica mi sexy y barrigón.
Dar al césar lo que es del césar y a Dios que les vaya bien.