No hace falta morir para visitar el cielo.
Estando en mi linda tapatilandia, no he querido dejar de escribir por aquello de las vacaciones, pero llegando a la estación de camiones, me vino a la mente un chistorete que quiero compartir con las tres almas que me leen.
Llegó un tipo a confesarse:
Padre: “Ave María purísima “ .
Señor: “sin Pecado concebida “
Padre: “ cuáles son tus pecados”
Señor “ Padre tengo 60 años, y mantengo relaciones sexuales con una señorita de 25 años y soy judío”
Padre: “Ser judío no es pecado, pero si eres judío porque te confiesas”.
Señor: “No me confieso, ando presumiendo “
Pues así andamos, en la tierra de la torta ahogada, las niñas guapas y la tierra de donde nací, expectativas de que me la he de pasar muy bien están presentes.
Pues ahora si los dejo, hay que aprovechar el desayuno de la madre.
Me despido bonito día de trabajo.
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