Tengo muchos días que no estoy en el lugar que
más me gusta estar en la oficina, que es pegadito al cenicero de la exclusiva
zona de fumadores. Por lo general apesta y hay cadáveres de tabacos retorcidos
y aún humeantes. Pero siempre encuentras espejos que reflejan lo ridículo que
te ves fumando a un lado de un basurero, espejos mujer, espejos más obesos que
tú, espejos de todo tipo, es la fraternidad del espejo del alquitrán, que dura
lo que dura el tabaco ardiendo. Una vez terminado el tabaco perteneces al club
de los que respetan el aire libre de humo.
Y quién respeta mi aire libre de
toda la porquería con lo que lo llenan, escapes, heces fecales de no sé cuanto
perro y los dulces olores que salen de las alcantarillas. Pero sobre todo mi
derecho a no escuchar tantas tonterías en el aire. Pero hay que pretender que
nos respetamos. Haciendo la vida más soportable.
Ahora me veo estúpidamente
ridículo con mi cigarro electrónico. Lo compré por pura ansiedad, los fumadores
empedernidos no aguantamos cordialmente las horas y horas sin poder fumar. El
problema es que ahora fumo más, no he soltado la maldita cosa electrónica. Bien
me ahorre el mal olor y ahora puedo meterme nicotina en donde me plazca. Pero
es nicotina al final y lo dicen por ahí “Hay que tener cuidado con la
nicotina”. A ver qué pasa con esto. Si dejó de fumar fumando seria una chulada.
La vida te manda mucho sufrimiento, como para andar buscándolo, pregono por la
vida.
En estos años he tenido contacto
con la Cannabis y es de dominio público que no estoy a favor de su uso, por
aquellos de los muertitos que deja a su pasó por mi País, pero también respeto
a quién lo hace. Al final todos tenemos el derecho de elegir el veneno con el
que nos gusta envenenarnos. Y cada quién sabe qué le aporta a los grupos del
Crimen Organizado, yo les doy mi más humilde aportación que es metarles la
madre. Pero bueno la Marihuana saca
risitas extrañas, por lo visto se lo pasan bien. A mí el tabaco solo me
mantiene sin la ansiedad, es decir si no tengo humo en la boca, me pongo
hostil, me pongo nervioso y no sé qué otras cosas extrañas pasan por mi
humanidad. Pero con gusto se las resumo en un Mal vibroso.
Fumo y se me quita lo cutre que
pudo ser, pero no me da nada de risa, ni siento bonito, ni veo duendes, ni digo
chistes. De hecho no hago nada más que pagar con impuestos absurdos los sueldos
de los diputados, senadores, presidentes municipales y otros tantos adornos de
la “democracia”, que también son pillos como los narcos, por eso les meto su
madre también a todos aquellos que dicen que son funcionarios públicos y solo
se sirven a ellos.
Pero eso sí, las mejores
compañías de los bares son las personas que salen a fumar, también el fumar
hablando de cosas trascendentales, es un placer exclusivo de fumadores, solo los
fumadores entendemos que es fumar colillas y todo el placer irreal, pero al
final placer que da el fumar.
Chingados, creo que esta madre electrónica se
le terminó la pila….. ¿Donde deje mis tabacos?.
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