ACOMÓDATE

Llevaba mucho tiempo sin sacarme de las entrañas las palabras y es verdad que me han costado mucho, porque yo no sé hacer bienvenidas, ni despedidas. Pero la cosa no es ponernos cursi, espero que disfrutes el fascinante mundo de este Sexy y Barrigón. (Si no disimula.)







martes, 30 de noviembre de 2010

Las tres Reynas.

Todas las mujeres, para mí guardan un gran misterio, son unas criaturas llenas de gracia y de gracias, siempre he aplicado trampas para que no me pongan las maletas en la puerta.

Pero hay unas que me llaman mucho la atención y son las señoras divinas que pasan de los 40 y tantos, y este que para mi, todas las niñas se quedan en los 40 y tantos.

En mi experiencia, no sé a base de que, puede que el diablo o un dios muy bromista, me ha puesto en el camino de muchas de estas mujeronas. Recuerdo mucho a tres, les platicare si me permiten una breve reseña de estos encuentros.

El Primero:  En mi linda Tapatilandía, una amiga me invitó, a una exposición de joyería, y ahí me ven, para fortuna mia, estaba en tal evento disfrazado de prominente abogado, pues justo es día había tenido una audiencia o cosa legal del estilo que ameritaba el atuendo: Traje negro impecable, camisa blanca de mancuernillas, una corbata prestada de mi papá roja tinto, zapatos negros boleados, peinado al más estilo puro de secretario de gobernación. La verdad de las cosas, fue de esos días en los que no sabes que te tienen reservada la noche. De la nada mientras yo veía un reloj, se aproximo una señora con una vestido generoso de escote, con una figurita que ya quisieran muchas 20 añeras y pues nada, se dio la plática muy amena.

Dicho intercambio de palabras, fue interrumpida por ella cuando me dice. “bueno guapo te dejó porque tu novia se enoja”. Yo estaba maravillado con aquella plática. Pero no tenía novia en ese tiempo y la “Novia” era mi amiga. La cual ni tarde ni lenta me dice. "sexy y barrigón que pegue he"

Yo me quede como idiota, la verdad no creo hubiese sido coqueteo. Pero si le tengo que agradecer que me subiera lo que se dice en el argot de los novatos, la bilirrubina.

Lo malo fue, que hasta la fecha mi amiga, de estúpido no me baja.

La Segunda Reyna: Estaba uno recién llegado a un despacho en esta ciudad de México, cuando de la nada me dan una encomienda, que consistía en hablar con una magistrada para que fuera justa con una apelación. Llegué a su oficina, sin tener cita. Me atendió sin tener que hacerlo, lo cual se me hiso de mucha atención para el sexy y barrigón. El caso fue que no la pasamos más o menos cuatro horas, hablando y hablando. Lo simpático fue que no fue nada de la sentencia. Hablamos del amor, de sus historias y de las mías, de lo simple que pueden ser las relaciones amorosas, de la necesidad de comprensión, de cómo no hay que dejar que terceros decidan por ti. Total señores sentimos los dos, que por primera vez en mucho tiempo, se estaba teniendo una plática abierta sincera y honesta. Terminamos siendo muy buenos amigos. Y cuándo tengo dudas en cuestiones de corazón esta Magistrada se ha hecho mi consejera preferida. Lo malo fue, que en la sentencia me dio lo que dicen los abogados litigantes “palo”. Pero no me molestó ni poquito, es una belleza de 40 y picos años, guapísima y muy honesta. Y el asunto lo gane en Amparo.

La Tercera Reyna: No tengo ni la menor idea de cómo es de forma de ser, sé que es otra reyna por su foto en Face, por su hija y  además  tiene un muy feo vicio. Y que un viernes cualquiera me alegró con sus palabras. Que decían más o menos esto “Me encanta tu blog ,soy adicta a el Petición: escribe algo sobre las mujeres de 50 Besitos”, y aquí me ven dedicando estas líneas torpes estas Reynas.

Qué bueno que existen las mujeres, aunque me quejé de vez en vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario