Algunas veces soy misógino aprendiz de seductor

Ahora sí querido lector, me he metido en camisa de once varas, nunca he sabido qué significado tiene eso, pero suena, como que es complicado quitártela¿ no?.

El punto es que una amiga de esas que conocí, por este pasatiempo de ser blogero, que tiene un excelente blog de nombre http://lucialadeflor.blogspot.com/. 

Por lo tanto, me veo en la necesidad de contrarrestar, esta dosis de verdad, que nos ha recetado la amiga Lucia. Si me dan la oportunidad, voy intentar explicar, que cómo hay cabrones también hay mujeres que les gusta la mala vida.

Y no me dejaran mentir que uno se harta y se cansa de aquellas tantas mujeres con espíritu caritativo que prefieren sufrir por un hombre cualquiera lleno de “tristezas”, “pesares” y machismo; estas tontas mujeres aman al Caín y le dicen al Abel: “es que tu eres tan bueno…”, es como si vas a una entrevista de trabajo y te dicen “ eres el mejor candidato, pero no, no lo vamos a contratar, en lugar de usted, contrataremos al peor que entrevistamos, pero eso si cuando el que vamos a contratar haga su estupideces le hablamos”.

Este tipo de mujeres ¿qué creen? Que su misión en el mundo es sufrir y sacrificarse por cualquier que cumpla con las condiciones básicas de ser un borracho, estúpido, machista y mujeriego. Esas tontas mujeres ignoran lo fácil que es ser así, y peor aún, creen que los que somos “muy buenos” no sufrimos, no tenemos pesares.

Se conmueven con tan poco! Cualquier imbécil que utilice la técnica de generar lástima se robará fácilmente a nuestro amor, porque la lástima genera una especie de amor maternal en ellas tan fuerte, que se hacen mamas gallinas.

Así quedamos los supuestos Abeles, los supuestos hombres buenos solos, mirando para el suelo o el cielo, da igual, quedamos solos, vacíos; exprimidos por ellas, por las tontas filántropas con espíritu maternal.

Y suele ser imposible doblegar el sentido materno, puede más el amor hacia lo lastimero que hacia lo virtuoso. Como la madre que dedica toda su energía en Caín, lo ama porque es malvado, lo adora por la lástima que genera en ella; en cuanto al Abel, lo deja de lado, consciente de su virtud no lo determina. no me necesita! (dirá ella), vamos a salvar a Caín!, y Abel…pues que se defienda solo, es que es tan bueno…

¿Acaso estamos condenados a ser malos hombres para poder quedarnos con las mujeres más valiosas?, que futilidad, que estupidez, que mariconada….Algunas veces soy misógino aprendiz de seductor.

Por lo tanto, no es que seamos cabrones, o que ustedes tengas genéticamente eso de mamas gallinas, yo opino que tanto la soledad como el hambre son malas dando consejos. Y qué bueno que nunca seremos igualas en cuanto forma de ser, si no eso del romance sería muy fácil y por lo tanto aburrido. Hay días que me encanta ser un cabron, pero en el fondo de la barriga de este tan de ustedes y tan de nadie Sexy y Barrigón hay un Abel enterrado, que voy sacando poco a poco. ¿no me quieren ayudar?.

La comida chatarra también alimenta.

Se despide una vez más esta mezcla extraña entre cabron y Abel, Sexy y Barrigón.