Confucio que fue un chino japonés
muy antiguo que inventó la confusión. Según dice una linda Mis Panamá. Dijo: “Los
vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.”
Los vicios, son muchas veces
resultado, de la necesidad que tenemos todos de escaparnos del tedio cotidiano,
de las malas decisiones que nos llevan a tomar peores. Cuando son nuestros amos
conducen a un espiral de desolación.
Hay vicios más peligrosos que
otros, unos te llevan a que te maten o a matarte, otros solo se presentan
cuando tu situación es crítica a tu criterio, otros como aparecen se van.
Pero no se me preocupe tanto, si Confucio
que es bien antiguo e inventor de la confusión ya tenía bien descritos los
vicios, seguramente estos son tan viejos como lo es la humanidad, son las
batallas del día a día. Que se pierden o se ganan, pero siempre estarán
presentes.
Y no han podido vencer del todo a
la humanidad, porqué seguimos habitando este planeta que gira y gira. Siempre
hemos vencido catástrofes y seguramente podremos vencer cualquier vicio que se padezca.
Unas personas como yo somos más
tendientes a los vicios, somos más susceptibles de caer una y otra vez en las
pequeñas tendencias suicidas favoritas, otras son más estoicos en cuanto a vicios
se refiere.
A mí me consuela el que todos tenemos al menos
un vicio. Y lo sé, mal de muchos consuelos de tontos, jamás he presumido de no
serlo.
Pero no se sientan mal, ni basura
humano por padecer algún vicio de esos malignos, considérese enfermo igual que
los que padecen Hepatitis o gripe, es una condición superable o aguantable
según el grado de blanquillos que posea. Pida ayuda si así se siente bien, sufra en
silencio si eso le conviene, pero por piedad no se me siente apenado por estar
enfermo.
Los vicios no solo afectan al
enfermo, si no lo hacen en todo un radió de acción. Normalmente las personas
que más queremos son a las que más hacemos daño. Pero regañar al vicioso es
tan inútil como regañar a una adolecente por estar embarazada, ya no tiene caso.
Se debe de ayudar si se quiere, respetarlo simplemente por el hecho de ser
humano.
Si se le juzga, podría ser un
detonante para la angustia este chingado sentimiento que solo se apaga por unos
momentos enviciándonos y solo agrava el problema.
Por lo tanto si puede ayudar
a salir del vicio hágalo con tacto y cariño. Si no quiere ayudar respete la decisión
de estar enfermo de su ser querido.
Y yo mantengo mi vicio de
escribir, aunque no todos los días sean buenas las letras con este tan de usted
y tan de nadie Sexy y Barrigón.
Carlos Beltran citando a René Descartes: Las almas más grandes son tan capaces de los mayores vicios como de las mayores virtudes......... saludos
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