Código Rojo.

Esta tan desatada la inseguridad en mi Jalisco, que han puesto un código rojo. Que no es otra cosa que un manual de operaciones para cuando detienen a un capo. Qué después las malas investigaciones y el poder judicial podrían dejar libre. Sería más sano, si en vez de implementar códigos rojos, implementaran operativos de precisión. Capturar a los criminales sin afectar a los de demás.

¿Es difícil hacer los operativos de precisión?. Sí, pero para eso pagamos nuestros impuestos, si no pueden con el trabajo RENUNCIEN.  O hace falta una bala perdida incrustada en el cráneo de algún influyente, para que reaccionemos ante la manera que se pretende atacar al narcotráfico.

Que más pruebas se necesitan, para evitar la compra de drogas ilegales. A dónde vamos, a extinguirnos por no reconocer que falta educación en la prevención. Mientras tanto la lideresa Elba se sube el sueldo, porqué de sus prestaciones mejor no hablemos.  La buena educación seria el arma perfecta para combatir la delincuencia. No un medio para asumir poder político. 

Propongo prohibir los sindicatos de trabajadores en aéreas estratégicas de la vida nacional, serian la petroquímica, la electricidad, el servicio de agua potable y la EDUCACIÓN..  

No da nada de gusto, enterarte por medio de las redes sociales, cómo poco a poco se va desatando la violencia en la tierra que te vio nacer. Lo inmune que nos hemos hechos ante las noticias de muerte masiva a lo largo del territorio nacional, originadas por un alegre suspiro y tener unos cuantos ceros más en la cuenta. Eso de la droga deja mucho que pensar. 

Tan culpable el maestro que no da clases, como la familia que no educa a sus hijos en sus libertades, como el gobierno que no da oportunidades de crecer sin ser maleante, como el maleante, el que consume drogas a sabiendas de los muertos que llevamos, como los que aplauden a un presidente que deja un economía estable, la cobertura nacional de salud y más de 40 mil muertos. Estos muertos no requieren una ecónoma fuerte, ni un seguro de gastos médicos, señor presidente, pero gracias por el esfuerzo.

A las 40 mil familias les hubiera gustado más tenerlos vivos que su plan económico. A los más de 40 mil deudos les hubiera gustado una política sana y no violenta de combatir a las drogas. Es histórico que el secretario de seguridad se mantuviese en su puesto seis años, después de los primeros asesinatos masivos, por dignidad tenía que haber renunciado.

 Quién no hace bien su trabajo. Nosotros los gobernados por permitir las narco tienditas y cantarle canciones de amor a los narcotraficantes, o ustedes que sabiendo no actuaron procurando la vida humana. Tal vez la responsabilidad de la violencia que tenemos deberíamos dividirla en dos. Una para ustedes los gobernantes y la otra para nosotros como sociedad cómplice con nuestro miedo silencioso y por haber votado por ustedes. O dejarlos más en sus puestos.