EJECUTADOS.

Nada que ahora sí, la culpa no es del indio sino del que lo hace compadre, todos los días hay noticias de ejecutados. Lo que me hace reflexionar. Que durante toda mi vida de abogado, jamás estudie el delito de “ejecutamiento”, pues en una concepción de esa palabra solo el estado puede ejecutar la pena de muerte. Todo lo demás se le determinó como delito de homicidio.

Lo simpático es que al parecer estos cuerpos mutilados, colgados, quemados, nuestra prensa los anuncia como ejecutados, quiero entender que es por nuestros funcionarios que, en público y en privado, sostienen que la cifra de ejecutados es una especie de resta de los enemigos de la sociedad, quienes se están matando entre ellos —aseguran—, para fortuna de todos los demás mexicanos.

Yo digo que patrañas, por más relacionados que estén con el crimen organizado, el estado tiene la obligación de investigar los hechos de estas muertes y llevar a sus consecuencias legales a los responsables, sean de los narco satánicos o de las hermanitas de la caridad mata únicamente narcos. “Por aquello de quien nadie está por encima de la ley.”

La única conclusión razonable por este contribuyente cautivo, es que nadie se ha preocupado por saber quiénes son los ejecutados. Ya no digamos que para esclarecer los asesinatos —y, así, ayudar a abatir la impunidad—, sino siquiera para saber dónde aplicar programas de gobierno que alejen a los matones potenciales del crimen organizado.

Tip para matar a la suegra, ponga usted muerta a su suegra con cita en la cabeza, atada de manos, y pies, con una narco mensajito que diga” por z se le mató a la barbie” y nuestro estado de derecho dice, mira una más que por narquito la mataron se terminó el caso.

Pero bueno culpen a la mayoría que no voto.